El tomate de árbol podría catalogarse como un fruto de amores y odio. Desprende un aroma muy agradable y en su interior se encuentran las semillas envueltas en una capa gelatinosa con un sabor dulce muy destacado. Sin embargo, pocas personas conocen sus beneficios para la salud.
Según los datos obtenidos de la obra Tropical Plant Species and Technological Interventions for Improvement, la composición nutricional por 100 gramos de este fruto fresco es la siguiente: proteína: 1.6 gramos, grasas: 0.0 gramos, carbohidratos: 11.90 gramos y fibra: 6 gramos.
Además, el tomate de árbol aporta interesantes componentes como polifenoles, carotenos y antocianinas. También es fuente destacable de vitaminas E, C y B6, y de algunos minerales (potasio, manganeso y cobre).
Ahora bien, el sodio y el potasio son dos electrolitos necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, sobre todo en referencia al sistema cardiovascular. Sus actividades están relacionadas, pero ejercen funciones diferentes. En este caso, la alta cantidad de potasio y el poco sodio que contiene el tomate de árbol pueden jugar a favor de una tensión arterial normal, según el portal Mejor con Salud.
Como se puede leer en el portal de salud de la Escuela de Harvard, una ingesta suficiente de potasio ayuda a relajar las paredes arteriales, facilita la circulación y la eliminación de sodio a través de los riñones.
Por otra parte, entre los beneficios más notorios del tomate de árbol está la protección cardiovascular. Son varios los factores que influyen a su favor, incluida la propiedad de modular la presión arterial mencionada anteriormente.
Por un lado, el color rojo anaranjado de tomatillo delata la presencia del pigmento caroteno. Como apuntan los autores de un estudio publicado en Food and Nutrition Research, este desempeña una acción antioxidante y antiinflamatoria.
Por esta razón, puede ayudar a controlar algunos factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la obesidad, la resistencia a la insulina o el colesterol elevado.
Según los expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard, las personas que incluyen más fibra en su dieta son menos propensas a sufrir problemas como el derrame cerebral y las enfermedades cardíacas.
Otros beneficios del tomate de árbol
Puede ayudar a mantener la piel sana
Contiene algunos nutrientes que se han reconocido como beneficiosos para el mantenimiento de una piel cuidada, protegida e hidratada.
Como se puede leer en una publicación de la revista Dermato and Endocrinology, se trata en concreto de la vitamina C y la A. Estas desempeñan diferentes funciones al respecto:
- La vitamina C estimula la síntesis de colágeno (una proteína que forma parte de la estructura de la piel) y ejerce un papel antioxidante protector de la radiación UVB.
- La vitamina A es una sustancia requerida para mantener la integridad de las mucosas y la piel. Del mismo modo, ayuda a mantener el tono (evita la despigmentación), da firmeza, elasticidad y participa en la cicatrización de las heridas.
Ayuda al sistema digestivo
- El tomate de árbol contiene una interesante cantidad de fibra. Como indican los expertos de la Clínica Mayo, esta tiene una función reconocida en la prevención y mejora del estreñimiento.
- La fibra dietética aumenta el volumen y suaviza la consistencia de las heces. Asimismo, normaliza los movimientos intestinales y disminuye el riesgo de padecer hemorroides y divertículos.
Contribuye a regular la glucosa en sangre
- De nuevo, es la fibra una las responsables de esta propiedad, ya que es un nutriente importante en la prevención y el manejo de la diabetes. Así lo apuntan los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
- Asimismo, en un estudio llevado a cabo en Ecuador y publicado en los Archivos Latinoamericanos de Nutrición, se observaron los efectos positivos de la ingesta de zumo de tomate de árbol (durante seis semanas) en la modulación de los niveles de azúcar sanguíneos.