La sangre es la encargada de transportar este líquido a todo el cuerpo, a través de los vasos sanguíneos, y tubos llamados arterias y venas. A este proceso de le llama circulación sanguínea, la cual es clave para que cada uno de los tejidos y órganos reciba el oxígeno y nutrientes que requiere para funcionar de manera óptima.
El corazón bombea este plasma a todas las partes del cuerpo y esta se encarga no solo de suministrar el oxígeno, sino también de eliminar el dióxido de carbono y los elementos residuales, según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Sin embargo, cuando hay un exceso de esta grasa puede presentarse un taponamiento en las arterias. La cardióloga Ana Luiza Lima, en una publicación del portal Tua Saúde, explica que la mala circulación se da por la dificultad de la sangre para pasar por venas y arterias debido a distintos factores, entre los más comunes una mala alimentación y vida sedentaria. Esta situación se puede identificar gracias a algunos síntomas como pies fríos, hinchazón, sensación de hormigueo y piel seca.
La granada para la circulación sanguínea
Entre las numerosas opciones de frutas, la granada se destaca como una de las mejores que favorece la circulación sanguínea y ayuda a limpiar las arterias. Esta fruta única, conocida por su característico color rojo intenso y su sabor agridulce, ha sido apreciada durante siglos por sus propiedades medicinales y nutricionales.
De hecho, uno de los principales antioxidantes de la granada son los polifenoles. Otra publicación de Mejor con Salud, indica que existen diversos estudios que han mostrado evidencia científica de que una dieta rica en polifenoles es muy beneficiosa para el sistema cardiovascular, debido a que aportan efectos vasodilatadores.
A su vez, la vitamina C es esencial para la formación y el mantenimiento del colágeno, una proteína clave en la estructura ósea y el tejido conectivo de las articulaciones. La granada contiene niveles significativos de vitamina C, lo que promueve la salud de los huesos y las articulaciones al estimular la producción de colágeno.
La granada es rica en ácido elágico, un compuesto polifenólico con propiedades antiinflamatorias. La inflamación crónica puede contribuir al deterioro de los huesos y las articulaciones. Al consumir granadas regularmente, se puede reducir la inflamación y minimizar los efectos negativos en estas estructuras.
Por esta razón, una de las formas de tratar arterias obstruidas es ingerir el zumo de granada, ya que favorece la limpieza de los depósitos de grasa, evita la rigidez de estos conductos y reduce la aterosclerosis. Además, es una fruta que contiene elagitaninos y antocianidinas que optimizan la función cardíaca gracias a su alto poder antioxidante.