El consumo de fruta de manera regular es una de las mejores formas de prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles, debido a que estos alimentos le aportan al organismo vitaminas, fibra, minerales y otros nutrientes esenciales para su buen funcionamiento.
Añadir a los platos colores verdes, amarillos, naranja, rojos o púrpura no solo les ayudan a las personas a mantenerse sanas, sino que le agregan variedad, sabor y textura a las dietas, afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con la citada fuente, una dieta monótona a la que no se le ponga el color de las frutas y las verduras es poco saludable tanto para las personas como para el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir por lo menos 400 gramos diarios de estos productos para obtener sus beneficios para la salud y nutricionales.
Una de las muchas opciones de frutas que se tienen para consumir y que le ofrecen diversos beneficios al organismo es la naranja, la cual hace un gran aporte de vitamina C, así como potasio, ácido fólico, calcio y otros minerales. Cuenta con propiedades antioxidantes y digestivas, lo que le confiere decenas de bondades al organismo, precisa el portal Nutrición y Farmacia.
Favorece las articulaciones
Una de ellas es que fortalece y ayuda a cuidar las articulaciones, debido a que contribuye en la absorción de calcio, uno de los minerales más importantes para mantener en buen estado la estructura ósea. El portal Salud Mapfre explica que su riqueza en vitamina C hace de la naranja un alimento especial que ayuda en la reparación de tejidos, formando proteínas que componen la piel, tendones y ligamentos. A esto se suma el aporte de vitamina A que participa en la formación y mantenimiento de tejido blando y óseo.
Adicionalmente, la naranja contiene grandes cantidades de potasio, que es un mineral que ayuda a aumentar la relajación de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre circule con mayor facilidad, favoreciendo así la disminución de la presión arterial, lo que mejora la condición de las personas que padecen de hipertensión, precisa el portal de bienestar y salud, Tua Saúde.
Fruta digestiva
Un beneficio más es que mejora la función del sistema digestivo, gracias a su riqueza en fibras como pectina, celulosa y hemicelulosa, las cuales aumentan el volumen de las heces, acelerando el tránsito intestinal, por lo que es una fruta de gran utilidad para combatir el estreñimiento.
Además, la pectina presente en la naranja actúa absorbiendo agua del tracto digestivo, formando un gel que ayuda en la digestión. Nutrición y Farmacia asegura que esta fruta cuenta con propiedades carminativas, por lo que se recomienda su consumo luego de las comidas, para reducir los gases y la hinchazón abdominal. De igual forma, previene espasmos gástricos.
Más aportes al organismo
La pectina de las naranjas ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre. Además, por su riqueza en magnesio, esta fruta es aconsejable para ayudar a fluidificar la sangre y evitar la formación de coágulos, protegiendo del riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares y derrame cerebral, precisa el portal Cuerpo Mente.
“Tomar naranjas con regularidad es también recomendable para prevenir varices y hemorroides, ya que protegen los vasos sanguíneos y favorecen una buena circulación”, explica.
De otra parte, este alimento favorece la eliminación de ácido úrico a través de la orina y previene la formación de piedras en el riñón e infecciones en las vías urinarias, como la cistitis. Son muy útiles para personas con problemas de artritis y gota. Así mismo, al estimular las funciones depurativas del hígado y los riñones, y por su escaso valor calórico, las naranjas resultan saludables para bajar de peso.
Si bien es muy común tomar el zumo de naranja, los expertos sostienen que la mejor forma de aprovechar la fibra y todos sus nutrientes es consumiéndola fresca y en gajos.