Los problemas de circulación tienden a aumentar la probabilidad presentar las conocidas várices y arañas musculares que tanto disgustan a muchas personas. Más allá de un tema estético, estas pueden generar intensas sensaciones de dolor, ardor, sensación pulsátil e, incluso, graves úlceras venosas en las piernas si no se tratan a tiempo.
La mala circulación puede surgir por un proceso natural de envejecimiento del cuerpo, pero también se puede presentar por afecciones como la enfermedad arterial periférica, diabetes, obesidad o tabaquismo, pudiendo tener como principales síntomas hinchazón de las piernas; manos y pies fríos, y calambres, indica el portal de bienestar y salud, Tua Saúde.
Frente a estos problemas, es clave incorporar a la dieta una buena cantidad de vitamina C y de antioxidantes, presentes sobre todo en las frutas y verduras, lo que ayuda en el proceso de prevenir enfermedades cardiovasculares y fortalecer las venas y arterias, y favorecer la circulación.
Una fruta que puede ayudar en este propósito es la naranja. Este alimento es rico en vitamina C, lo que ayuda a la circulación sanguínea. En concreto, las propiedades de esta fruta fortalecen las paredes capilares con la intervención en la formación de colágeno y elastina.
Este fortalecimiento evita la acumulación de placas en la sangre y facilita su recorrido por todo el organismo y el retorno venoso, según el portal Venoruton en su sección de salud y bienestar.
Se recomienda tomar un vaso de jugo de naranja diario con naranjas exprimidas, al ser natural el poder de sus vitaminas es mucho más fuerte.
De igual manera, se recomienda el jugo de naranja combinado con perejil. Para ello, se requiere de tres naranjas, una mandarina, un pepino con cáscara y una cucharada de perejil. Se licúan todos los ingredientes, no se debe colar y lo ideal es tomar esta bebida, como mínimo, tres veces por semana, para que cumpla el efecto protector deseado.
Otros alimentos claves
En ese sentido, el consumo regular de los alimentos vasodilatadores son un complemento ideal para tratar y a la vez prevenir este tipo de problemas. Por esta razón, el portal web My Protein lista algunos alimentos vasodilatadores:
El ajo: este alimento purifica la sangre, limpia el intestino y tiene muchas más ventajas, pero su poder vasodilatador es el más notorio en el organismo. Además, es saludable para el corazón y previene posibles problemas cardiovasculares. Con frecuencia, las personas lo utilizan para condimentar la comida o como ingrediente esencial de algunos remedios naturales.
Nueces: los frutos secos son ideales para la dieta diaria, ya que ofrecen múltiples beneficios para la salud. Entre ellos, ayuda a mejorar la circulación sanguínea gracias a sus ácidos grasos Omega 3. A pesar de que es un alimento calórico, si se consume con moderación, permite también bajar de peso.
Tomate: este alimento, que tiene pocas calorías y muchos antioxidantes, tiene una función muy importante en el organismo, ya que evita que se forme grasa en la sangre y es muy fácil de incluir en distintas preparaciones.
Ejercicios recomendados para una buena circulación
Además de la alimentación, hay algunos ejercicios que pueden ayudar a aliviar las molestias generadas por la mala circulación en las piernas, según información del portal Tu Canal de Salud, de España.
Levantar y ejercitar las piernas: consiste en colocar las piernas en alto, usando para ello un pequeño escalón de 20 centímetros de altura mientras la persona mantiene sentada. En esa posición, se pueden realizar movimientos circulares con los tobillos o de flexión y extensión. Esto se debe hacer de cinco a 10 minutos, realizando los ejercicios en dos series de 15 repeticiones.
Caminar de puntillas: cuando se anda en esa posición, se logra estimular la contracción de los gemelos, que, al mismo tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas.
Lo más adecuado es ponerse de pie y proceder a la acción de pararse de puntillas 10 veces sin caminar. Igualmente, se puede combinar con el mismo ejercicio ejecutado con los talones en lugar de usar las puntas de los pies, de modo que se contraen los músculos opuestos.
Pedalear desde el suelo: se trata de imitar el pedaleo de la bicicleta. Para ello es necesario acostarse en el piso o en una superficie dura, levantar las piernas y simular el movimiento que se realizaría en una bicicleta.