Los problemas circulatorios de la sangre se conocen técnicamente como enfermedades vasculares, que son trastornos que afectan su sistema vascular. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, sistema vascular es la red de vasos sanguíneos del cuerpo que está compuesto por venas, arterias y capilares.
Cuando aparece un problema circulatorio, este sistema falla a tal punto de provocar afecciones como aneurisma, arterioesclerosis, coágulos sanguíneos, enfermedad de las arterias coronarias y enfermedades de las arterias carótidas, enfermedad de Raynaud, accidente cerebrovascular, entre otros.
Por lo general, la mala circulación es causada por los genes, enfermedades del corazón como el colesterol alto y presión arterial alta, infección, lesiones y el consumo de medicamentos, incluyendo hormonas.
Ahora bien, para tener un sistema vascular saludable, es fundamental incluir una alimentación balanceada, rica en vitaminas y minerales. De hecho, el portal web Cuerpo y Mente destaca el consumo de frutas como los arándanos, un alimento rico en compuestos antioxidantes, como los polifenoles, y fibras, los cuales ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL, llamado “malo” y triglicéridos en la sangre. Esto, como tal, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis e infarto de miocardio.
En cuanto a la regulación de la presión arterial, el portal web Tua Saude asegura que los arándanos contienen grandes cantidades de antocianinas, fitoquímicos con propiedades antioxidantes y antihipertensivas “que actúan mejorando la función del endotelio, células que recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos, ayudando así a regular el flujo sanguíneo y a controlar la presión arterial, además de prevenir el desarrollo de la hipertensión”.
Otro beneficio que ofrece los nutrientes de los arándanos es que ayuda a combatir la retención de líquidos, debido a su bajo contenido de calorías, ricos en agua y fibras, que actúan aumentando la saciedad entre comidas, disminuyendo la ingesta de calorías y la ansiedad por los alimentos dulces, ayudando a bajar de peso. Asimismo, se caracterizan por sus compuestos antioxidantes que ayudan a aumentar la sensibilidad a la insulina, disminuyendo la acumulación de grasas en el organismo.
¿Cómo se puede consumir este poderoso fruto?
Los expertos señalan que los arándanos pueden consumirse enteros, en jugo, adicionado al yogur o se puede utilizar para preparar pasteles y panqueques o para prepararse un té con sus hojas o el fruto.
“El consumo de la fruta fresca se recomienda entre 60 a 120 gramos para poder obtener sus beneficios, debiendo ser consumida frecuentemente o si es posible a diario”, indica Tua Saúde.
Té de arándanos
Ingredientes
- 1 a 2 cucharadas de bayas secas;
- Hojas de arándano (opcional);
- 200 mL de agua hirviendo.
Preparación: en primer lugar se deben colocar las bayas de arándano azul en una taza y agregarle el agua hirviendo. Dejar reposar durante 10 minutos, colar y beber enseguida.
Jugo de arándanos
Ingredientes
- 1 taza de arándanos azules;
- 1 taza de agua;
- Unas hojas de menta;
- Unas gotas de limón.
Preparación: se debe licuar todos los ingredientes y tomar. En caso de que se quiera endulzar, lo ideal es utilizar estevia, que es un edulcorante más natural.
Otros beneficios de los arándanos
- Previene el cáncer: al tener grandes cantidades de compuestos fenólicos, potentes antioxidantes con propiedades anticancerígenas que actúan disminuyendo el estrés oxidativo del organismo, evitan daños en el ADN e inhibiendo la proliferación de las células cancerosas.
- Mejora capacidad cognitiva: su aporte en antocianinas, compuestos vegetales con efectos antiinflamatorios y antioxidantes, tienen la capacidad de reducir el estrés oxidativo y la inflamación de las células cerebrales, mejorando la función cognitiva.
- Previene las infecciones urinarias: como tal, los arándanos azules, al igual que los rojos, tienen propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir y a tratar la infección urinaria causada por la bacteria Escherichia Coli. Esto se debe a que contienen compuestos llamados proantocianidinas que impiden que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario.