El mundo de las frutas tiene una amplia variedad de opciones que tiene colores, sabores y beneficios para el organismo. Una de estas es el kiwi, un alimento que entre sus propiedades puede ayudar a las personas que sufren de tiroides.
Según el portal Medline Plus, la tiroides es “una glándula pequeña en forma de mariposa, ubicada al frente del cuello. Produce hormonas que controlan la forma en que el cuerpo utiliza la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes. Por ejemplo, afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo”.
Dicho portal expone las enfermedades:
- Bocio: agrandamiento de la tiroides
- Hipertiroidismo: cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita
- Hipotiroidismo: cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea
- Cáncer de tiroides
- Nódulos: bultos en la tiroides
- Tiroiditis: hinchazón de la tiroides
El kiwi tiene numerosas propiedades y beneficios entre los que resaltan las vitaminas y los antioxidantes. Estos los convierte en un producto que puede ayudar a las personas que padecen de tiroides. Sin embargo, es necesario aclarar que si usted tiene o cree tener problemas con la tiroides, lo ideal es acudir con un especialista de la salud.
El grupo sanguíneo con mayor probabilidad de sufrir de la tiroides
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), la sangre “es tejido vivo formado por líquidos y sólidos”, es decir, que la parte sólida está compuesta de glóbulos blancos, rojos y plaquetas; mientras que la líquida de sales, agua, proteínas y plasma.
Los glóbulos blancos tienen la capacidad de combatir diferentes afecciones, fortaleciendo y protegiendo el sistema inmune; pero en el caso de las plaquetas, ellas ayudan a coagular la sangre y crear células nuevas; mientras que los glóbulos rojos están encargados de transportar y suministrar oxígeno, por lo cual ante una deficiencia de ellos se puede desarrollar anemia que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “es una afección en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina que contienen son inferiores a lo normal”.
Por tanto, la enciclopedia médica menciona que hay cuatro grupos de sangre A, B, AB y O que tienen un valor asignado como el Rh, que los clasifica como positivos o negativos, por ejemplo, B+ o B-.
Un artículo de investigación clínica de España publicado por la Revista colombiana de Ciencias Químico-Farmacéuticas y divulgado en línea por la biblioteca electrónica, el SciELO, señala que las personas del grupo sanguíneo A+ comparado al A- tienen mayor riesgo de desarrollar tiroides.
Según el estudio, se contó con la participación de 73 personas mayores de 60 años de edad, los cuales 34 eran mujeres y 39 hombres, observando cada uno de los grupos sanguíneos existentes, por lo que se halló que de los pacientes estudiados, 42,6 % pertenecen al grupo A; 42,4 % al grupo O, un 13 % al B y 1,4 % al AB, siendo el A con Rh+ el predominante.
Por tanto, dentro de sus conclusiones manifiesta que el grupo sanguíneo con el que se nace es determinante para el desarrollo de ciertas afecciones, como por ejemplo el grupo A puede tener complicaciones con:
- Depresión: según la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es una enfermedad que afecta la calidad de vida de una persona, complicando su diario vivir, es decir, que actividades laborales, educativas y personales se ven comprometidas.
- Anemia por falta de hierro: “la anemia es un indicador de desnutrición y mala salud. Es un problema por sí misma, pero también puede repercutir en otros problemas de nutrición en el mundo, como retraso del crecimiento y emaciación, peso bajo al nacer y sobrepeso, y obesidad en la niñez debido a la falta de energía para hacer ejercicio”, precisa la OMS.