Científicamente, se conoce que el melón pertenece a la familia de las cucurbitáceas, esta característica lo emparenta con otros alimentos como el pepino, la calabaza y el calabacín.
Existen diferentes teorías sobre su origen, en muchas se menciona que es oriundo de Oriente (India, China o Persia), otros lo sitúan en el continente africano. En cualquier caso, se cultivaba ya en Egipto cinco milenios antes de la era actual.
Actualmente, es uno de los frutos más grandes, con un peso que oscila entre los 700 g y los 4 kg. La corteza varía en textura y color (verde, amarilla, anaranjada o incluso blanca), al igual que la pulpa (de blanco, amarillento a naranja, pasando por verde).
Beneficios para la salud
Esta fruta es rica en agua, potasio, ácido fólico y vitaminas antioxidantes, lo cual convierte al melón en un alimento ligero y muy saludable. Entre los beneficios del melón para la salud, está:
Reducir la presión arterial
A la alta proporción de agua y potasio se suma su escaso contenido en sodio (20 mg/100 g), lo que permite incluirlo en los regímenes sin sal prescritos, una vez más, en casos de hipertensión o retención de líquidos.
Información destacada del portal sabervivir con, señala que “el melón es un antihipertensivo natural porque contiene citrulina, un aminoácido que ayuda a producir óxido nítrico, gas que relaja los vasos y arterias y reduce la presión arterial. A esto se suma su efecto diurético que también ayuda a controlar la tensión”.
Ideal para perder peso
Debido a su escaso aporte calórico y a su bajo porcentaje de azúcares, es recomendable en los tratamientos contra la obesidad y la diabetes.
Adicionalmente, el portal información.es señaló que “el melón también es una fruta muy ligera y baja en calorías (unas 35 por cada 100 gramos). Es rico es fibras, agua, calcio y vitaminas, una fruta ideal para evitar el estreñimiento y también es diurético y depurativo. El melón tiene un gran poder saciante, por lo que este batido te calmará el apetito hasta la hora de cenar”.
Controlar los niveles de azúcar en la sangre
Muchas personas creen que dado que la fruta a menudo es alta en azúcar, las personas con diabetes deben evitarla.
Sin embargo, los azúcares en la fruta fresca no son azúcares “libres”. Para el portal informativo medicalnewstoday.com, “los azúcares libres son los azúcares añadidos y los azúcares presentes en la miel, jarabes, néctares y jugos de frutas y verduras sin azúcar. El azúcar en la fruta fresca es fructosa, que no tiene mucho efecto sobre el azúcar en la sangre o los niveles de insulina de una persona”.
Adicionalmente y según informó el portal botanical-online.com, “el melón es saludable para la diabetes si se consume en raciones adecuadas, sin enducolorar, sin batir ni triturar y evidentemente, cuando se acompaña de una dieta saludable”.
El melón en la cocina
“La forma más habitual de consumir el melón en su estado natural es como fruta de sobremesa. Sin embargo, se presta muy bien a infinidad de preparados tanto dulces como salados”, así lo destaca el portal web cuerpomente.com.
Es ideal para elaborar compotas, mermeladas, cremas, sorbetes o zumos, y cada vez es más frecuente su empleo en aperitivos a modo de tentempié o como ingrediente de lujo en coloridas brochetas.
El melón se digiere mejor si se come solo. En cualquier caso, no conviene tomarlo muy frío o bebiendo grandes cantidades de agua, ya que podría resultar excesivamente laxante.
Las variedades más nutritivas y ricas en betacarotenos son la cantalupo, de pulpa anaranjada y el galia (de pequeño tamaño, forma redondeada, corteza cuarteada y extremadamente dulce). El tendral es el más común y el más rico en agua.