La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa ubicada al frente del cuello que produce hormonas que controlan la forma en que el cuerpo utiliza la energía, y estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes, como, por ejemplo, afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

No obstante, existen diferentes enfermedades de la tiroides como la tiroiditis, que es la hinchazón de la tiroides, y, según la Biblioteca, es una enfermedad poco común y se cree que es resultado de una infección viral, y la afección a menudo ocurre pocas semanas después de una infección viral del oído, los senos paranasales o la garganta, como paperas y gripe o un resfriado común.

Adicional, indicó que la glándula tiroides inflamada puede liberar demasiada hormona tiroidea, causando síntomas de hipertiroidismo, incluyendo:

  • Movimientos intestinales más frecuentes.
  • Intolerancia al calor.
  • Períodos menstruales irregulares (o escasos).
  • Cambios del estado de ánimo.
  • Nerviosismo, temblor (temblor en las manos).
La enfermedades de la tiroides causan que se produzcan demasiadas o muy pocas hormona. | Foto: Getty Images
  • Palpitaciones.
  • Sudoración.
  • Pérdida de peso, pero con aumento de apetito.

Ahora bien, es importante señalar que la función de la glándula tiroides a menudo vuelve a la normalidad después de unos meses, y el consumo de frutas ayuda a desinflamarla y, por ello, el portal Salud Savia reveló que las frutas que sirven son: la “naranja, limón, aguacate, ciruela, y melocotón”.

¿Cómo se diagnostica el hipertiroidismo?

Para hacer un diagnóstico, el profesional de la salud puede utilizar:

1. El historia clínica, incluyendo preguntas sobre los síntomas.

2. Un examen físico.

La tiroides produce hormonas que controla la forma en que el cuerpo utiliza la energía. | Foto: Getty Images

3. Pruebas para la tiroides, como:

  • Prueba de TSH, T3, T4 y análisis de sangre de anticuerpos tiroideos.
  • Pruebas de imagen, como un examen de tiroides, ecografía o prueba de absorción de yodo radioactivo, la que mide la cantidad de yodo radioactivo que su tiroides absorbe de su sangre después de tragar una pequeña cantidad.

¿Cómo prevenir enfermedades de la tiroides?

1. Hacer ejercicio: Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

2. Tomar agua: el consumo diario de este líquido varía para hombres y mujeres, pero las recomendaciones generales sugieren 13 vasos de agua al día para hombres y nueve vasos para las mujeres.

3. Tener una dieta saludable: según la OMS, esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

4. Dormir bien: un adulto necesita entre siete y ocho horas de sueño por noche. Los bebés generalmente duermen unas 16 horas diarias. Los niños pequeños necesitan unas diez horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan, al menos, nueve horas.

Un estilo de vida saludable ayuda a cuidar la tiroides. | Foto: Getty Images

5. Realizarse exámenes rutinarios de la tiroides y en especial cuando hay antecedentes familiares o sospechas de problemas de tiroides.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.