La tos es la manera que tiene el cuerpo de responder cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, la entidad explicó que una tos ocasional es normal y saludable. Sin embargo, una tos persistente durante varias semanas o acompañada de expectoración con mucosidad descolorida o con sangre puede indicar una enfermedad que necesita atención médica.

Asimismo, Mayo Clinic indicó que algunas de las causas de la tos incluyen las siguientes:

Causas comunes: agudo

  • Resfriado común.
  • Influenza (gripe).
La tos puede ser aguda o crónica. | Foto: Libre de derechos
  • Inhalación de un irritante (como humo, polvo, sustancias químicas o un cuerpo extraño).
  • Neumonía: una infección en uno o ambos pulmones.
  • Tos ferina.

Causas comunes (crónico)

  • Alergias.
  • Asma (más común en los niños).
  • Bronquitis.
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
  • Goteo retronasal.

Otros

  • Sinusitis aguda.
La tos aguda comienza súbitamente y no suele durar más de 2 o 3 semanas. | Foto: (Getty Images/ PonyWang)
  • Bronquiectasia (una afección pulmonar crónica en la que el ensanchamiento anormal de los bronquios inhibe la eliminación de la mucosidad).
  • Bronchiolitis (especialmente en los niños pequeños).
  • Ahogamiento: primeros auxilios (especialmente en los niños).
  • Sinusitis crónica.
  • Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica): término general para referirse a un grupo de enfermedades que bloquean el flujo de aire a los pulmones, como el enfisema.
  • Enfermedad del coronavirus 2019 (Covid-19).
  • Difteria (especialmente en los niños pequeños).
  • Fibrosis quística.
  • Enfisema.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Laringitis.
  • Medicamentos llamados “inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA)”.
  • Enfermedades neuromusculares que debilitan la coordinación de las vías respiratorias superiores y los músculos de la deglución.
  • Embolia pulmonar: un coágulo sanguíneo en una arteria de los pulmones.
  • virus respiratorio sincitial (VSR) en especial en niños pequeños.
  • Sarcoidosis.
  • Tuberculosis.

Ahora bien, si la tos es causada por una gripa, esta se puede mejorar comiendo guayaba, ya que esta fruta mejora las defensas del cuerpo, pues “es una de las frutas más ricas en vitamina C, un nutriente que ayuda a aumentar las células de defensa del organismo, mejorando el sistema inmunológico y haciendo que haya mayor resistencia a contraer virus o bacterias”, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.

Respecto al consumo, el portal señaló que es muy versátil, ya que se puede consumir entera, en jugos y batidos, como compota, mermelada, en helados y dulce de guayaba y, la porción recomendada para consumir en una merienda o de postre es de una unidad mediana (150 gramos aproximadamente).

La guayaba ayuda a mejor el rendimiento de los sistemas digestivo, excretor, inmunológico y nervioso. | Foto: Getty Images / Joxxxxjo

No obstante, para obtener las propiedades de la guayaba, esta debe incluirse en una dieta saludable que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; las grasas no deberían superar el 30 % de la ingesta calórica total; hay que limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10 % de la ingesta calórica total, aunque lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total, y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

Información nutricional por 100 gramos de guayaba

  • Energía (Kcal): 68
  • Proteínas (g): 2,6
  • Grasa total (g): 1,0
  • Hidratos de carbono disponibles (g): 8,9
  • Fibra dietética total (g): 5,4
  • Sodio (mg): 2,0
  • Potasio (mg): 417,0
  • Vitamina A (µ ER): 31,0
  • Vitamina C (mg): 228,3
  • Vitamina E (mg ET): 0,7
  • Ac. Fólico (µg): 49,0
  • Calcio (mg): 18,0
  • Hierro (mg): 0,3

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.