Cuando la glucosa en sangre se altera y se convierte en un problema crónico, puede aparecer la diabetes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad crónica y metabólica que se relaciona con los altos niveles de azúcar en el torrente sanguíneo y que, con el tiempo, provoca daños en los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

Existen múltiples factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecer uno de ellos, pero uno muy importante es la alimentación. Al padecer esta afección es fundamental tener una dieta rica en vitaminas y minerales, que potencialicen la salud de la sangre. De hecho, la OMS aconseja consumir diariamente 400 gramos de frutas y verduras, para tener una mejor calidad de vida.

Por lo anterior, el portal especializado Tua Saúde destaca las propiedades del maracuyá, una fruta cítrica que posee propiedades antioxidantes, sedativas y ansiolíticas, las cuales aporta diversos beneficios para salud. Esta fruta también se conoce como parchita o parcha y se caracteriza por ser rica en flavonoides, vitamina A y C, potasio y magnesio. Además, aporta al cuerpo buenas cantidades de fibras, lo que favorece los niveles de azúcar en la sangre y a su vez, ayuda a cuidar la salud del corazón y favorecer la pérdida de peso.

La diabetes es la quinta causa de muerte en personas entre los 30 y 70 años, en Colombia. | Foto: Ukrinform / Future Publishing

Con respecto a la diabetes, la pulpa y las hojas de maracuyá son ricas en antioxidantes, como vitamina C, betacarotenos, flavonoides y antocianinas. Estos nutrientes favorecen la producción de insulina, permitiendo así el control de los niveles de glucosa en sangre, para prevenir la diabetes.

Del mismo modo, la cáscara de esta fruta es rica en fibras como la pectina, la cual ayuda a que absorba lentamente el azúcar ingerido de los alimentos en el organismo, equilibrando así los niveles de glucosa en sangre.

¿Cómo consumir el maracuyá?

Este alimento se puede consumir de forma natural, pero al ser tan ácido también se puede consumir por medio de una infusión, utilizando las hojas trituradas, que pueden ser secas o frescas, como también sus flores. También, este fruto puede ser usado en forma de tintura, extracto fluido o en cápsulas. A continuación Tua Saúde explica como hacer la infusión de maracuyá:

Este alimento se puede consumir de forma natural, pero al ser tan ácido también se puede consumir por medio de una infusión, utilizando las hojas trituradas, que pueden ser secas o frescas, como también sus flores. | Foto: Getty Images

Ingredientes

  • Una cucharadita de hojas secas o trituradas de maracuyá o dos cucharaditas de hojas frescas.
  • 150 ml de agua hirviendo.

Preparación: en primer lugar, se debe colocar en una taza las hojas de maracuyá y añadir los 150 ml de agua hirviendo. Enseguida, tapar la infusión, dejar reposar durante 10 minutos y colar antes de beber.

Otra forma de consumir este superalimento es por medio de jugos naturales, compotas, mermeladas o dulces y la cáscara deshidratada puede utilizarse como complemento en los alimentos.

Otra forma de consumir este superalimento es por medio de jugos naturales, compotas, mermeladas o dulces y la cáscara deshidratada puede utilizarse como complemento en los alimentos. | Foto: Semana

Otros beneficios del maracuyá

  • Combate el estreñimiento: esta fruta es ideal para eliminar el estreñimiento, ya que tiene buenas cantidades de fibras que son importantes para facilitar la formación del bolo fecal y ayudar en la eliminación de las heces. De otro lado, la pectina de la cáscara del maracuyá sirve de alimento para las bacterias benéficas de la flora intestinal, favoreciendo el buen funcionamiento del intestino.
  • Previene el envejecimiento prematuro: el maracuyá al ser rico en antioxidantes, ayuda a proteger las células de la piel contra los radicales libres, previniendo la flacidez y el envejecimiento precoz. Específicamente la pulpa y la cáscara de este fruto, contiene óptimas cantidades de fibras que ayudan en el control de la glucemia, lo cual ayuda a controlar la inflamación del organismo y la flacidez en la piel.