La grasa poliinsaturada es uno de los tipos de grasa insaturada que es saludable para el cuerpo humano, diferente a la grasa saturada y a la grasa trans.
Las investigaciones indican que comer alimentos ricos en grasas insaturadas mejora los niveles del colesterol en el torrente sanguíneo, contribuyendo a la disminución de padecer afecciones, como un infarto o un accidente cerebrovascular.
“Las grasas poliinsaturadas pueden ayudar a disminuir el colesterol LDL (malo). El colesterol es una sustancia suave y cerosa que puede causar obstrucción o bloqueo de las arterias (vasos sanguíneos). Tener niveles bajos de colesterol LDL reduce el riesgo de enfermedades del corazón”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, estas grasas se caracterizan por tener grasas omega-3 y omega-6, las cuales tienen otros efectos positivos en la salud cardíaca. Dentro de sus beneficios, el primero se destaca que ayudan a disminuir los triglicéridos, a reducir el riesgo de tener arritmia, bajar ligeramente la presión arterial y a retrasar la acumulación de placa en las arterias.
Respecto a los ácidos omega- 6, se conoce que pueden ayudar a controlar la glucosa en la sangre, disminuir el riesgo de padecer diabetes y contribuir a la disminución de la presión arterial elevada.
Algo que se debe tener muy en cuenta es que, aunque estas grasas son saludables, su consumo debe ser moderado, ya que demasiada grasa contribuye al incremento de peso.
Las grasas poliinsaturadas pueden encontrarse en:
- Aceites de girasol.
- Aceites de maíz.
- Aceites de soja.
- Aceite de semilla de algodón.
- Nueces.
- Piñones.
- Linaza.
- Semillas de sésamo.
- Calabaza.
- Girasol.
- Salmón.
- Sardinas.
Recomendaciones
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, brinda algunos consejos para tener una alimentación saludable, reemplazando alimentos ricos en grasas saturadas con aquellos que son ricos en grasas insaturadas.
- Utilizar aceite en lugar de mantequilla (margarinas en barra). Usar aceite de oliva para saltear las verduras y alimentos.
- Comer pescados como el salmón (rico en ácidos omega-3) dos veces a la semana en lugar de carne.
- Comer carne magra en lugar de aves de corral sin piel.
- Moderar el consumo de alimentos procesados. En lugar de elegirlos para meriendas, reemplazarlos por frutas y vegetales.
Enfermedades cardíacas
Ataque cardíaco
El ataque cardíaco, también conocido como infarto de miocardio, ocurre cuando se obstruye el flujo de la sangre que se dirige al corazón. Esto puede suceder por acumulación de grasa, colesterol u otras sustancias que forman una placa. “A veces, una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo de sangre. La interrupción del flujo de sangre puede dañar o destruir una parte del músculo cardíaco”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
La Fundación Española del Corazón explica cómo se produce un infarto agudo de miocardio:
- Las arterias coronarias se estrechan.
- El miocardio, al no recibir oxígeno, no puede producir energía para moverse.
- Mueren las células del tejido que no reciben sangre (el tejido se necrosa).
El colesterol es una de las causas de esta afección, por eso es importante tener una dieta equilibrada con grasas saludables.
Las personas que tienen el colesterol elevado no suelen presentar síntomas, por eso es considerada como una enfermedad silenciosa. Solo cuando causa otras complicaciones de salud es que algunos individuos se enteran que la padecen.
Por esta razón, los expertos insisten en la importancia de realizar chequeos médicos regulares para verificar los niveles de colesterol y otras sustancias que están presentes en el organismo. Un diagnóstico oportuno puede disminuir el riesgo de padecer afecciones como un infarto.