Uno de los problemas que se pueden presentar en la maternidad es la baja producción de leche materna, que se conoce como hipogalactia. Este es un trastorno multifactorial, esto quiere decir que los factores que pueden desencadenarla son numerosos y variados.
De acuerdo con Alba Lactancia Materna, muchas veces este trastorno guarda relación con la madre, otras con el manejo de la lactancia y otras con una deficiente o escasa estimulación de la glándula mamaria. Asimismo, puede haber varios de estos factores implicados, como por ejemplo, una patología materna agravada por una deficiente succión del bebé.
Para tratar este problema, es fundamental acudir al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado que ayude a aumentar la producción de leche materna. Por otra parte, la medicina tradicional aconseja el uso de ciertas hierbas y plantas medicinales que tiene propiedades antioxidantes, antiulcerosas, antimicrobianas, hipolipidémicas, antiinflamatorias, hipocolesterolémicas y neuroprotectoras como es el caso de la alfalfa.
Se trata de una planta leguminosa perenne que pertenece a la familia Fabaceae. Según la revista Mejor con Salud, durante años se ha utilizado en la medicina tradicional, ya que es una fuente de compuestos bioactivos que incluyen ácidos grasos, fitoestrógenos, antioxidantes, vitaminas, minerales y proteínas. Específicamente, sus hojas y sus raíces se aprovechan en la elaboración de suplementos herbales y sus semillas se utilizan con fines alimentarios.
En cuanto a sus propiedades hipocolesterolémicas, estas se vinculan a su capacidad para incrementar la producción de leche materna. “Se cree que su contenido de fitoestrógenos está detrás del efecto galactagogo. Estas sustancias vegetales se asemejan a los estrógenos y pueden adherirse a sus receptores en el organismo. Pese a esto, las evidencias son limitadas y poco concluyentes”, indica Mejor con Salud.
Es importante mencionar que de acuerdo con la información compartida a través de Drugs and Lactation Database señala que a pesar de que el consumo de alfalfa se ha promovido como galactagogo y se incluye en mezclas patentadas destinadas al aumento de producción de leche materna, aún no hay ensayos clínicos científicamente válidos para respaldar dicho uso.
Contraindicaciones de la alfalfa
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) expone que la alfalfa es segura en la mayoría de los casos. No obstante, advierte que sustancias contenidas en esta planta, como la L-canavanina, son las que estimulan el sistema inmunitario y tienden a ser perjudiciales en pacientes con lupus eritematoso sistémico.
Asimismo, Mejor con Salud lista algunas advertencias con respecto al uso de esta planta medicinal:
- Una consecuencia del uso de suplementación con alfalfa es que puede generar episodios de diarrea en la madre y el bebé.
- Esta planta no se recomienda en mujeres que tienen una producción excesiva de leche materna.
- Debido a su contenido de vitamina K, su ingesta simultánea con medicamentos anticoagulantes está desaprobada.
- Es fundamental evitar su administración si existe una enfermedad autoinmune diagnosticada.
- No se debe ingerir si existen trastornos hormonales, porque de ser así, se debe consultar primero al médico.
- Los suplementos de alfalfa en tés, cápsulas y tabletas carecen de regulación por entes como la FDA. Por ello, no hay un respaldo de calidad y pureza.
Otras formas de aumentar la producción de leche materna
La revista Mejor con Salud lista otras formas de aumentar la producción de leche materna:
- Es fundamental empezar dar el pecho lo antes posible, preferiblemente una hora después del parto.
- Dar leche con frecuencia, pues entre más estímulo reciban los pechos con la succión del bebé, esto será mucho mejor para la producción de leche materna.
- Mantener una alimentación sana y balanceada, además de tomar abundante agua.
- Alimentar al bebé con ambos pechos y rotar.
Lo anteriormente expuesto debe ser consultado con un especialista en salud que avale el consumo de esta planta medicinal.