La salud de los pulmones es sumamente importante, ya que se pueden ver expuestos a los contaminantes que hay en el exterior. De hecho, todo el aparato respiratorio cumple un papel esencial en vínculo con la conservación de la vida.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, nadie está exento de sufrir alguna afección respiratoria, de modo que se recomienda lavarse la manos de manera regular, mantener un entorno limpio, evitar compartir con personas que tengan enfermedades contagiosas, entre otros consejos.

Sin embargo, usualmente dos de los síntomas que una persona, independientemente de la edad, el sexo, entre otras características, suele experimentar es la tos que puede venir acompañada de flemas.

Tos y flemas

Teniendo en cuenta explicaciones de Medlineplus, el portal web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, toser no es malo, ya que permite mantener la vías respiratorias destapadas. “Sin embargo, demasiada tos puede significar que usted tiene una enfermedad o un trastorno”.

Hombre tosiendo. | Foto: Getty Images

Por ejemplo, cuando la tos viene acompañada de flemas es cuando hay que estar más alerta. Al respecto, el medio Cuídate plus dice que las flemas son mucosidades que se forman en los pulmones, hasta el punto en el que pueden provocar congestión nasal.

Según aportes de Mario Bárcena Caamaño, médico de Atención Primaria y miembro del Grupo de Patología Respiratoria de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (Semg), “este aumento de producción de flemas ocurre de forma aguda en infecciones respiratorias como catarros, gripes o bronquitis, pero también de forma crónica en los fumadores, alergias y en enfermedades como el asma, la Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o las bronquiectasias”.

En ese orden de ideas, los expertos en salud recomiendan atender lo más rápido posible la tos con flemas, bajo la premisa de evitar que esta mucosidad aumente en los pulmones y resulte afectando el sistema respiratorio.

Para ello, si bien es cierto que en el campo de la medicina existen varios tratamientos, ya sea con medicamentos, terapias respiratorias, etc., algo que también toma protagonismo en estos casos son los remedios naturales que se suelen preparar con hierbas o plantas. Una de esas alternativas es el anís.

Anís para la tos y las flemas

El anís es una hierba a la que se le atribuyen varias propiedades. De acuerdo con la revista de buenos hábitos Mejor con salud, el remedio con este producto natural ingresa al grupo de los más efectivos para combatir resfriados y mejorar la salud de los pulmones.

Los pulmones permiten la respiración y oxigenan la sangre. Getty Images. | Foto: Getty Images

Al anís se le reconoce por ser aromático con poder antiinflamatorio y expectorante. Los conocedores del tema comentan que limpian los pulmones, mientras mitiga los fluidos, es decir, las flemas que se pueden llegar acumular.

Así las cosas, entre las preparaciones más fáciles y populares se encuentra la de una infusión de anís con miel para mejorar las complicaciones de la tos y las flemas.

¿Cómo preparar la infusión de anís con miel?

A la infusión de anís también se le puede agregar limón. | Foto: Getty Images

Ingredientes: cuatro tasas de agua (un litro), una cucharada de anís en polvo y miel (preferiblemente orgánica).

Preparación:

  • En una olla poner a hervir el agua, cuando el líquido esté en punto de ebullición agregar el anís en polvo.
  • Luego de lo anterior, revolver y apagar el fogón. Dejar fusionar la mezcla por cinco minutos y colar.
  • Proceder a servir la bebida en una taza y acompañar con miel al gusto.
  • Para terminar, se recomienda beber esta infusión en temperatura tibia.

Es importante recalcar que la receta indicada no reemplaza el aval de un médico especialista, razón por la que se recomienda ir a una consulta antes de considerar tomarla.