Los remedios caseros que utilizan hierbas o plantas medicinales “no son regulados ni probados como los medicamentos”. Sin embargo, dentro de la creencia popular se asegura que pueden ayudar a aliviar los síntomas de muchas enfermedades. Aunque se debe mencionar que no reemplazan los tratamientos médicos, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus).
Asimismo, la enciclopedia médica indica que aunque sean naturales, no necesariamente son seguras, por lo que es importante usarlas de manera adecuada, incluso señala que “algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También, pueden causar efectos secundarios”.
Por lo que es importante tener precaución con el consumo de estos remedios e identificar las propiedades de cada planta para aprovechar -si es el caso- cada uno de sus beneficios, como por ejemplo, el diente de león.
El diente de león tiene propiedades regeneradoras, antiinflamatorias y digestivas, entre otras, y se utiliza desde hace muchos años para tratar varias dolencias físicas, sobre todo trastornos digestivos.
Según una publicación hecha en Cambridge University Press, es una fuente de diversos nutrientes y sustancias biológicamente activas. Además, sus raíces y hojas contienen vitaminas (complejo A, K, C y B), minerales (calcio, magnesio, potasio, zinc y hierro), micronutrientes, fibra, lecitina y colina.
Ahora bien, las raíces del diente de león son ricas en oligofructanos, que se conocen como prebióticos, los cuales actúan como fuente de carbono y energía para estimular las bacterias intestinales. Por eso, dentro de sus beneficios se encuentra ayudar a reducir el estreñimiento y proteger afecciones digestivas como hemorroides y diverticulosis, según el portal especializado en salud Tua Saúde.
De hecho, ofrece propiedades relajantes y calmantes para aliviar problemas circulatorios externos o periféricos, como es el caso de las varices y las hemorroides o almorranas, según el portal Mejor con Salud. En estos casos, se recomienda realizar baños de asiento con el líquido resultante de la cocción de un puñado de hojas de diente de león, o bien pasar una bola de algodón embebida en el té. También beber el té en el día.
De igual forma, es recomendada para atender infecciones cutáneas, debido a que es un potente desintoxicante y antioxidante, por lo que es muy usado para tratar el acné, pues logra el equilibrio hormonal y favorece la apertura de los poros. También ayuda en problemas de la piel por infecciones bacterianas y aporta en procesos de cicatrización de llagas y heridas.
Por otro lado, las propiedades diuréticas del diente de león suelen utilizarse para tratar los problemas renales, dice Nutrición y Farmacia. Y puesto que los riñones e hígado trabajan en conjunto para la limpieza y excreción de toxinas, sus componentes naturales ayudan a la limpieza general del organismo.
El portal Dos Farma, por su parte, dice que esta hierba contiene un importante porcentaje de agua y un bajo contenido en carbohidratos y grasas. En consecuencia, es ligera y poco calórica. Estas cualidades la hacen idónea para quienes pretenden perder peso o realizan dietas para adelgazar y sus beneficios se obtendrán en el marco de una dieta saludable y equilibrada.
Además, el portal de bienestar y salud Tua Saúde sugiere que otro de sus beneficios es que aumentaría la producción de insulina, ayudando en el tratamiento de la diabetes.
¿Cómo consumirlo?
Una de las formas de consumirlo es en té, aunque también funciona en jugo. También se encuentra en formulaciones preparadas, disponibles en farmacias y tiendas naturistas.
Para preparar el té se requiere de una cucharada de raíz de diente de león triturada y un vaso de agua. Se hierve el agua y se vierte sobre la raíz triturada, se deja reposar durante diez minutos, se cuela y se bebe tibia, hasta tres veces al día. En caso de problemas gastrointestinales se debe tomar antes de las comidas.