El cuerpo humano depende de una serie de factores para conservarse en buen estado. Una rutina de ejercicios completa, una correcta higiene personal, la aplicación de hábitos sencillos como la limitación del uso de la tecnología o dormir lo suficiente son algunos de los elementos que ayudan a que se mantenga todo en orden a nivel físico.
Sin embargo, lo más importante podría ser la alimentación, debido a que lo que se consume en forma de comida o bebida es la principal fuente de vitaminas, minerales u otros nutrientes esenciales que son indispensables para el desarrollo del metabolismo o de las actividades que el cuerpo realiza en el día a día.
Es tanta su relevancia que la Organización Mundial ha hablado al respecto. Un hecho importante es que cada vez hay menos ingesta de lo natural, que es lo que más aporta al ser humano gracias a la poca influencia de lo industrial o químico.
“La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos”, indica la entidad al respecto.
Con lo anterior es clave indicar la relevancia que tiene la inclusión de las plantas en el consumo diario de sustancias, puesto a que estas tienen una gran cantidad de beneficios y propiedades.
“Los medicamentos derivados de las plantas ocupan un importante lugar tanto en la medicina tradicional como en la moderna. Por esa razón, un esfuerzo especial por conservar la gran diversidad de especies vegetales contribuiría indudablemente, a largo plazo, a mitigar el sufrimiento humano. Para ello es preciso aplicar tecnologías agroindustriales de eficacia probada al cultivo y elaboración de las plantas medicinales y a la fabricación de medicamentos herbarios”, agrega la OMS sobre el asunto.
En ese sentido, una de las especies más importantes podría ser el perejil, que si bien es conocido por su uso culinario, también tiene una vasta funcionalidad en la rama medicinal.
Entre sus bondades está el hecho de contar con capacidades diuréticas, por lo que cuando se diluye en agua es altamente beneficioso para eliminar las toxinas o contaminantes del organismo. Ayuda a prevenir infecciones en la orina, problemas renales u otras afecciones relacionadas.
Por otro lado, los antioxidantes con los que cuenta el perejil hacen que sea un gran aliado para que se reduzca la retención de líquidos, por lo que también es considerado como un anticelulítico. Dichos componentes también permiten que favorezca la circulación, incluyendo aspectos como la salud cardiovascular, la presión sanguínea y el colesterol.
De la misma manera, aporta en el tráfico intestinal.
Asimismo, el portal MejorConSalud aseguró que “el perejil es una planta fácil de encontrar que dispone de múltiples vitaminas. Es excelente para eliminar las manchas de la piel”. Y no solo eso, además actúa como un gran agente de nuestra inmunidad, ayuda a la absorción de hierro y es un excelente antioxidante.
Por otra parte, el portal Soy Carmín destaca las propiedades del perejil para la salud de la piel. “Con solo dos cucharadas tendrás el suficiente calcio, hierro y ácido fólico que se requiere diariamente, así como el 12 % de vitamina A, 150 % de vitamina K y 16 % de vitamina E”, resalta el sitio web.
Además, se utiliza como tratamiento esencial en muchas clínicas de belleza al disponer de vitamina C, al nutrir la piel, actuar como cicatrizante y estimular la producción de colágeno. El perejil es un reparador natural que no debemos dejar escapar.