Las lombrices intestinales son una infección ocasionada por un gusano u oxiuro denominado Enterobius vermicularis. Estos parásitos son responsables de la mayor parte de las infecciones parasitarias intestinales que se producen en el ser humano.

De acuerdo con el portal web Cinfasalud, el oxiuro puede llegar a alcanzar diez milímetros de longitud y se caracteriza principalmente por su forma fina, alargada y de color blanco. En concreto, en esta infección lo que ocurre es que tras ingresar al sistema digestivo por la boca, los huevos del oxiuro eclosionan en el intestino delgado y las larvas continúan avanzando y madurando en su camino hacia el intestino grueso.

Durante este proceso, estos parásitos se transforman en adultos e incrustan sus cabezas a la pared intestinal. Las hembras se desplazan desde esa zona hasta el recto y el año en las noches. Allí, ponen los huevos que se adhieren a los bordes del ano y a la piel que lo rodea. Este ciclo completo dura aproximadamente un mes.

A pesar de que esta infección se pueden presentar en personas de todas las edades, alcanza tazas superiores en los menores de entre 5 y 14 años. Incluso la Asociación Española de Pediatría, la infección por Enterobius vermicularis (oxiuros) afecta al 40%-50% de los niños en edad escolar.

Para combatir este problema de salud es importante acudir al médico para recibir un tratamiento médico. Adicional a esto, las medicina tradicional ofrece alternativas caseras que funcionan como coadyuvantes al tratamiento antiparasitario. De hecho, el portal web Tua Saúde, destaca que el ajenjo es una planta medicinal muy indicada para combatir las lombrices intestinales y la mala digestión, un problema bastante frecuente en las personas.

Por lo general, las partes normalmente utilizadas del ajenjo, o también llamado asensio, ajorizo, artemisia amarga y hierba santa, son sus hojas y las partes superiores de las flores para preparar té, compresas, tinturas o extracto fluido. Adicional a ello, esta hierba se destaca por contener propiedades antiinflamatorias analgésicas, antioxidantes, vermífugas, antimicrobianas, tónicas, estimulantes del útero y de la vesícula biliar, protectoras del hígado, antidepresivas y estimulantes del sistema inmunológico.

¿Cómo consumir el ajenjo?

Té de ajenjo

Esta infusión es muy utilizada para tratar la mala digestión, problemas en la vesícula, pérdida del apetito y lombrices intestinales.

Ingredientes:

  • 1 cuchara de té de hojas secas de ajenjo;
  • 1 taza de agua.

Preparación: inicialmente, se debe hervir el agua y luego añadir las hojas secas del ajenjo. Enseguida, tapar y dejar reposar cerca de 10 minutos. Luego, colar, dejar entibiar y beber una taza de té hasta 2 veces por día en un tiempo máximo de 4 semanas.

Específicamente, para estimular el apetito, Tua Saúde aconseja beber una taza de té antes de las comidas. Para el caso de los problemas intestinales, espcificiamente de los parásitos intestinales, o de la vesícula biliar, se puede tomar solamente una taza de té después de las comidas.

Tintura de ajenjo

Esta se puede preparar desde casa o se compra en tiendas de productos naturales. Normalmente, se utiliza para estimular la digestión y combatir los antojos de dulces, especialmente de chocolate.

Ingredientes:

  • 10 g de hojas secas o frescas de ajenjo.
  • 100 ml de alcohol de cereales.

Preparación: se debe adicionar las hojas de ajenjo y el alcohol en un recipiente de vidrio oscuro limpio y seco. Luego, cerrar el frasco de vidrio con una tapa, agitar y dejar reposar esta mezcla por 15 días. Cabe mencionar que el frasco se debe agitar diariamente. Después de ese periodo, se debe colar y tomar 15 o 20 gotas diluidas con medio vaso de agua, tres veces al día.