Los pulmones son órganos vitales para el cuerpo, pues una de sus principales funciones es proveer el oxígeno que requieren las células y son clave para filtrar las partículas y agentes nocivos que están en el ambiente. Sin embargo, al estar conectados directamente con el exterior, son susceptibles de adquirir virus.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la exposición a la contaminación del aire provoca siete millones de muertes prematuras en el mundo cada año y particularmente en Estados Unidos una de cada cinco personas muere a causa de fumar cigarrillos.
La contaminación ambiental es uno de los principales enemigos de los pulmones, pero también ocasiona otra serie de afectaciones. Por ejemplo, de acuerdo con la citada fuente, en los niños podría suponer una reducción del crecimiento y la función pulmonares, infecciones respiratorias y agravamiento del asma; mientras en los adultos es posible que ocasione cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares.
Dejar de fumar, no exponerse a ambientes contaminados y evitar el contacto con químicos y otros productos son algunas de las recomendaciones de los expertos para cuidar la salud de los pulmones y, en general, del sistema respiratorio compuesto por la nariz, la garganta, la laringe, la tráquea y los bronquios.
Propiedades antisépticas y expectorantes
Una de las formas de cuidar estos órganos es acudir a los remedios caseros y el tomillo es una buena opción. Se trata de una planta con propiedades antisépticas, expectorantes, antiinflamatorias y desintoxicantes, de acuerdo con información del portal Nutrición y Farmacia, de España.
Dadas estas bondades, esta hierba ayuda a combatir las infecciones respiratorias y a expulsar la mucosidad. También contribuye a aliviar los síntomas de la gripa, y otras afecciones respiratorias y alérgicas, tanto en infusión como en vahos de tomillo, de acuerdo con el sitio web Cuerpo Mente.
Sus aceites esenciales ejercen un efecto antibiótico, antifúngico y antiinflamatorio que, además de fortalecer el sistema inmunológico, promueve la limpieza de los pulmones, asegura una publicación de la revista Mejor con Salud. En general, su consumo sirve como remedio para estimular la eliminación de las toxinas retenidas en el sistema respiratorio.
¿Cómo se puede usar?
El tomillo en su forma natural puede ser usado como condimento para la elaboración de platos gastronómicos: carnes, pescados, legumbres o sopas, por ejemplo.
Para el uso medicinal, las partes utilizadas son sus flores u hojas secas donde son extraídas sus sustancias activas y el aceite esencial. Las principales formas de utilizarlo, según el portal Tua Saúde, son las siguientes.
Té de tomillo: para preparar esta bebida se requiere de dos cucharadas de hojas picadas en una taza de agua hirviendo y se deja reposar por 10 minutos, se cuela y se bebe hasta tres veces al día. Si se desea, se puede endulzar con miel, que también ayuda a hidratar la garganta, aliviando en los casos de tos.
Jarabe de tomillo: para preparar este remedio se adiciona una rama de tomillo seco en tres tazas de agua hirviendo en fuego bajo hasta que el agua se evapore, disminuyendo un tercio de la cantidad inicial. Se apaga el fuego y se deja reposar cerca de tres minutos. Luego, cuando esté tibio, se retira la rama de tomillo, se adiciona media taza de miel y se toma una cucharada de jarabe cada vez que sea necesario. Se puede guardar en la nevera en un frasco de vidrio.
Inhalación: adicionar tres o cuatro gotas de aceite esencial de tomillo en un litro de agua hirviendo. Luego, se debe cubrir la cabeza con una toalla abierta, de modo que cubra también el recipiente que contiene la solución del aceite esencial de tomillo. Se inclina la cabeza sobre el recipiente y se aspira el vapor por 10 minutos. Esta toalla ayuda a mantener el vapor de la solución por más tiempo.
Siempre es importante tener claro que aunque se trata de un producto natural, es mejor consultar con el médico antes de adoptar esta hierba como tratamiento y no pasar por alto que tiene algunas contraindicaciones.
Por ejemplo, el tomillo no está recomendado por vía oral en el embarazo y la lactancia, en niños menores de 12 años o en ancianos; tampoco en casos de gastritis, úlceras, enfermedades neurológicas o afecciones previas hepáticas y renales. Por vía tópica tampoco se recomienda el uso en menores de seis años.