Una opción para quienes buscan regenerar el hígado, quizá recargado por el consumo del licor, o eliminar los gases intestinales (consecuencia de la mala digestión) es el cardo mariano, cada vez más consumido.

El cardo mariano es una planta cuyas semillas, pero también frutos, han sido utilizados durante años para trastornos del hígado, y, aunque es originario de Europa, sus plantas también se pueden hallar en América del Sur. La razón por la que es recomendado para algunas enfermedades es la cantidad de antioxidantes que tiene, hallados en sus semillas.

Cardo Mariano / Silybum marianum | Foto: Montaje: Getty Images

Según el Instituto Nacional de Cáncer en los Estados Unidos, que recopila cómo el cardio mariano incluso ha sido utilizado en estudios para tratar esta enfermedad, “la planta produce silimarina, que se encuentra en las semillas: una mezcla que contiene compuestos como silibina, isosilibina, silicristina e isosilicristina, silidianina y taxifolina”, todos antioxidantes.

La silimarina, además, ha sido utilizada en tratamientos de hepatitis, cirrosis y trastornos de los conductos biliares, por su capacidad de reducir la absorción de toxinas en el hígado y fortalecer las células de este órgano. Es más, ha sido probada para darle manejo a la intoxicación por Amanita phalloides, una toxina producida por un hongo que causa la muerte, según la institución norteamericana.

Aunque el cardo mariano se puede probar mediante una infusión, en el mercado hay cápsulas y comprimidos específicamente con la silimarina, el componente curativo extraído de las semillas de la planta. La recomendación, por supuesto, es no abusar de las dosis.

“Se han notificado muy pocos efectos secundarios del uso del cardo mariano o la silimarina. En varios estudios grandes de pacientes con trastornos hepáticos, se encontró que la toma de silimarina en pocas ocasiones tuvo un efecto laxante o causó náuseas, ardor o malestar de estómago. En dosis altas, se han observado reacciones alérgicas”, informó el Instituto Nacional de Cáncer en los Estados Unidos

Específicamente para el uso contra el cáncer, el instituto explicó en su página web en español que la silimarina disminuye los efectos secundarios de la quimioterapia sobre el hígado en niños con leucemia, por ejemplo. Pero además ha sido probado por pacientes con cáncer de próstata.

Algunos componentes del cardo mariano han sido probados en pacientes con cáncer de próstata. | Foto: Getty Images

“En un ensayo clínico aleatorizado de hombres con cáncer de próstata que se habían sometido a cirugía para extirpar la próstata, se encontró que la administración de silimarina y selenio mejoraron la calidad de vida, disminuyeron el colesterol y aumentaron la concentración de selenio en la sangre”, informó.

Las funciones del hígado en el organismo

El hígado tiene muchas funciones importantes, incluyendo la digestión de los alimentos, el procesamiento y la distribución de los nutrientes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos.

Una función del hígado es la depuración de fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre. | Foto: Getty Images

Adicional, el sistema de atención médica del Área de la Bahía de San Francisco, Stanford Medicine Children’s Health, reveló que otras de las funciones más conocidas incluyen las siguientes:

  • Producción de bilis (ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión).
  • Producción de ciertas proteínas para el plasma sanguíneo.
  • Conversión del exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento (este glucógeno más tarde se puede convertir nuevamente en glucosa para la obtención de energía).
  • Equilibrio y producción de glucosa según fuera necesario.
  • Regulación de los niveles de aminoácidos en la sangre (son las unidades formadoras de proteínas).
  • Procesamiento de la hemoglobina para la distribución de su contenido de hierro (el hígado almacena hierro).
  • Conversión del amoníaco tóxico en urea (la urea es uno de los productos finales del metabolismo de las proteínas y se excreta en la orina).
  • Depuración de fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre.
  • Regulación de la coagulación sanguínea.