Si bien es cierto que el envejecimiento es una etapa de la vida que no se puede evitar, sino más bien saber llevar, los signos de la edad para muchas personas pueden ser incómodos, como por ejemplo: las canas, hay quienes las tapan con tintes o remedios caseros; o quizá las líneas de expresión, algunos optan por inyectarse bótox, ácido hialurónico o realizar una rutina de ejercicios faciales para contrarrestarlas.
No obstante, una dieta rica en fruta y verduras con alimentos que estimulan la producción de colágeno, y algunos hábitos saludables pueden ayudar a retrasar el envejecimiento, y más cuando este es prematuro.
Cabe destacar que el consumo de cigarrillo es perjudicial para la salud, porque deteriora las células del cuerpo, incidiendo en la aparición de arrugas, precisa la Clínica Mayo.
No solo hay alimentos que pueden contrarrestar esta condición, sino también existen hierbas medicinales que, gracias a sus antioxidantes, bloquean los radicales libres que dañan las células del cuerpo.
“Los radicales libres se producen cuando el cuerpo descompone el alimento o cuando usted está expuesto al humo del tabaco o a la radiación. La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento”, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus).
Por ejemplo, la moringa es una planta que ayuda a regular el azúcar de la sangre y reducir los niveles de ansiedad, precisa Tua Saúde en un artículo revisado por el enfermero Manuel Reis.
De acuerdo con el sitio web, la moringa es rica en vitamina C, y al estar compuesta de bioactivos como el ácido clorogénico y polifenoles no tiene solo un efecto antioxidante, sino también, analgésico y antiinflamatorio.
Muchas son las presentaciones en las que se puede obtener la moringa, ya sea en cápsula, en polvo o al natural. Entre sus beneficios se encuentra:
La prevención de diabetes
Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), la diabetes es una enfermedad que va en aumento en países de baja y media renta, comparada con naciones con una economía más robusta.
Es entonces que esta enfermedad se debe a la no producción de insulina por parte del páncreas (diabetes del tipo I) y/o la resistencia de las células a ella (diabetes del tipo II) que trae graves complicaciones cuando no es tratada, como por ejemplo: insuficiencia renal, ceguera, accidente cerebrovascular y amputación en los miembros inferiores.
Las hojas de moringa -que tienen una mayor concentración de antioxidantes- regulan el estrés oxidativo reduciendo los altos niveles de glucosa, asegura el sitio.
Regular la presión arterial
La Clínica Mayo señala que la presión arterial alta es la “fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias”, que trae complicaciones sobre el corazón.
Es de mencionar que esta afección también se denomina hipertensión y los síntomas no los perciben aquellos que la presentan, por lo que puede ser aún más peligrosa.
Al estar compuesta de polifenoles, flavonoides y tocoferoles (vitamina E), tiene un efecto vasodilatador que relaja los vasos sanguíneos optimizando el flujo de sangre, precisa el portal.
¿Cómo ayuda la moringa a retrasar el envejecimiento?
No se puede entonces desconocer la propiedad antioxidante de la moringa que retrasa -más no elimina- los efectos de la vejez, teniendo un efecto que hidrata la piel y la nutre, gracias a la vitamina A y C que la componen, favoreciendo la producción de colágeno, asegura Tua Saúde.
De acuerdo con Vogue México puede usarse para desintoxicar el cuerpo porque tiene un compuesto que se llama “isotiocianato” con una acción antifúngica. Pero es importante saberla consumir y usar, guiado por un profesional de la salud.
Además, la revista de belleza precisa que tanto el polvo como el aceite de moringa tiene la capacidad de disminuir la aparición de líneas de expresión reafirmando la piel.
Asegura que tiene una proteína de colágeno, por lo que disminuye la dilatación de poros y reafirma la piel.
Cabe resaltar que Vogue explica que la moringa tiene vitamina A y B que participan en el crecimiento del cabello favoreciendo los folículos pilosos.