A pesar de que los avances científicos en lo que corresponde al mundo de la medicina se incrementan más y más, una gran cantidad de personas siguen utilizando en la actualidad las diferentes hierbas que son ricas en propiedades curativas.

Y es que en realidad son muchas, por eso, en el diario vivir figuran como un vital recurso para prevenir y combatir distintas enfermedades. Aunque es de destacar que antes de consumir una planta en alguna preparación casera, un profesional de la salud lo debe autorizar, según las condiciones de cada individuo.

Por ejemplo, hay una planta medicinal en especial que ayuda a tratar un trastorno como la depresión, la cual, de acuerdo con Medline Plus, “se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos. La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más”.

Pues bien, el elemento en cuestión es la hierba de San Juan (HSJ) y esto se debe a que “las flores de la hierba de San Juan (Hypericum perforatum) contienen sus ingredientes biológicamente activos, hipericina e hiperforina. La hierba de San Juan puede aumentar la serotonina del sistema nervioso central y, en dosis muy altas, actúa como un inhibidor de la monoaminooxidasa”, así lo explica el portal Manual MSD.

La hierba de San Juan puede ayudar a manejar los síntomas de la depresión. | Foto: Avalon_Studio

Además, el mismo sitio web indica que “los hallazgos de los estudios son variables, pero la HSJ puede beneficiar a pacientes con depresión leve a moderada sin ideación suicida. Se realizaron estudios bien diseñados sobre la hierba de San Juan para el tratamiento de la depresión mayor”.

De igual manera, es oportuno hacer hincapié en que las dosis recomendadas oscilan de 300 a 900 mg por vía oral 1 vez al día. Antes de ingerirla, como se mencionó anteriormente, un doctor debe dar el visto bueno.

Signos y síntomas de depresión

El instituto en mención lista algunos síntomas comunes que se pueden identificar cuando una persona sufre depresión:

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”.
  • Sentimientos de desesperanza o pesimismo;
  • Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad.
  • Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia.
  • Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos.
  • Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento.
La depresión suele afectar a muchas personas. | Foto: Libre de derechos
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
  • Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado.
  • Cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado.
  • Dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento.
  • Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

Es importante saber que la depresión no es igual en todas las personas. Por ejemplo, los niños con depresión pueden mostrarse ansiosos, malhumorados, fingir estar enfermos, negarse a ir a la escuela, aferrarse a sus padres o preocuparse de que uno de ellos fallezca.

Los niños más grandes y los adolescentes con este trastorno pueden tener otro tipo de problemas y signos alarmantes como: problemas en la escuela o una baja autoestima o pueden estar callados, frustrarse fácilmente o sentirse intranquilos. También pueden tener síntomas de otros trastornos, como ansiedad y trastornos de la alimentación, déficit de atención con hiperactividad, o consumo de drogas.

Un estudio dio a conocer que una de cada tres estudiantes de secundaria (30 %) consideró seriamente quitarse la vida en 2021 | Foto: Libre de derechos

En los adultos jóvenes con depresión se pueden presentar síntomas como estar irritables, quejarse de haber aumentado de peso y tener hipersomnia, así como tener una perspectiva negativa sobre la vida y el futuro.

En los adultos mayores, se pueden ver signos de tristeza o aflicción, o pueden tener síntomas menos evidentes. A su vez, pueden informar que sienten una carencia de emociones, en lugar de un estado de ánimo depresivo.