El dolor óseo es menos común que el dolor articular y el dolor muscular, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que la fuente de un dolor óseo puede ser clara, como por ejemplo a raíz de una fractura después de un accidente. Sin embargo, hay otras causas como:
- Cáncer en los huesos (malignidad primaria).
- Cáncer que se ha diseminado a los huesos (malignidad metastásica).
- Interrupción del suministro sanguíneo (como en la anemia drepanocítica).
- Infección.
- Lesión (traumatismo).
- Leucemia.
- Pérdida de mineralización (osteoporosis).
- Sobrecarga.
- Fractura infantil (tipo de fractura por tensión que ocurre en niños que están aprendiendo a caminar).
Por su parte, el cartílago es el tejido firme, pero flexible, que cubre los extremos de los huesos en una articulación y, según la biblioteca, el cartílago sano ayuda al movimiento, permitiendo que los huesos se deslicen por encima de los otros y adicionalmente protege los huesos, impidiendo que se froten entre sí, pero el cartílago lesionado, inflamado o dañado puede causar síntomas como dolor y limitación del movimiento.
Asimismo, puede conducir a daños articulares y deformidad. Entre las causas de problemas en los cartílagos se encuentran:
- Rupturas y lesiones, como en las lesiones causadas por los deportes.
- Factores genéticos.
- Otras enfermedades, como algunos tipos de artritis.
Dicho lo anterior, El Heraldo de México reveló que algunas plantas pueden ayudar a minimizar el dolor de huesos y de cartílago, por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas.
En consecuencia, se trata de la hierbabuena, el romero y el tomillo, y para obtener los beneficios se debe hervir un litro de agua y agregar una cucharada de romero, una cucharada de hierbabuena y una cucharada de tomillo. Después, cuando esté en el punto de ebullición, se debe apagar el fuego y se deja reposar la mezcla por 15 minutos para, finalmente, consumir.
De todos modos, antes de ingerir algún alimento y en especial alguna planta medicinal, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
De acuerdo con la web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento y las personas las usan para ayudar a prevenir, curar una enfermedad, para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.
Adicional, “natural” no quiere decir seguro a menos que se consuman de la manera indicada, ya que algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas y también, pueden causar efectos secundarios.
¿Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura?
- No hay que darle suplementos herbales a los niños ni se deben emplear si se tiene más de 65 años de edad.
- No usar remedios herbales sin hablar primero con un experto de la salud y en especial si se está tomando cualquier medicamento.
- No utilizarlos si se está en embarazo o amamantando.
- No usarlos si se va a tener una cirugía.
Datos que se deben saber acerca de las hierbas medicinales:
- No son reguladas como los medicamentos.
- No necesitan someterse a estrictas pruebas antes de venderse.
- Es posible que no funcionen como se anuncia.
- Las etiquetas no necesitan aprobación. Podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
- Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.