Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
“Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, los cálculos no producen daños permanentes si se detectan oportunamente”, añadió la entidad sin ánimo de lucro.
De otro lado, el colesterol es una sustancia parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y es necesario para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos, según Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro señaló que los triglicéridos también son un tipo de grasa y esta almacena las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo.
Adicionalmente, tener altos niveles de colesterol o triglicéridos puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y los niveles altos pueden heredarse, aunque suelen ser el resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable. Por ejemplo, comer muchas grasas dañinas, que se encuentran en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos horneados y alimentos procesados y fritos.
Dicho lo anterior, The University of Texas en El Paso indica que el té de hierbas de sapo es ideal para tratar las infecciones urinarias y para bajar los niveles de colesterol y triglicéridos.
De hecho, según una tesis de la Universidad Autónoma de Querétaro, “beber una infusión de hierba de sapo de la especie Eryngium carlinae (al 1 % de concentración) es capaz de reducir los niveles altos de triglicéridos y colesterol”, en palabras citadas por el portal Mejor con salud.
Además, un estudio publicado en Biochemistry Research International, y también citado por el portal, indica que se “demostró que la E. carlinae puede disminuir los niveles de creatinina (asociados a la insuficiencia renal) y de ácido úrico (vinculados a la formación de piedras en los riñones)”.
De todos modos, de acuerdo con la web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento y las personas las usan para ayudar a prevenir, curar una enfermedad, para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.
Es por ello que muchas personas creen que utilizar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, ya que las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años y, por ello, es fácil ver el atractivo.
No obstante, “natural” no quiere decir seguro, a menos que se tomen de la manera indicada, pues algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También pueden causar efectos secundarios.
Por tal razón, antes de consumir alguna planta, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Datos que se deben saber acerca de las hierbas medicinales:
- No son reguladas como los medicamentos.
- No necesitan someterse a estrictas pruebas antes de venderse.
- Es posible que no funcionen como se anuncia.
- Las etiquetas no necesitan aprobación. Podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
- Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.