Una hormona importante excretada por el páncreas es la insulina, la cual permite el acceso de la glucosa a las células para ser utilizada como combustible o energía. Cuando los niveles de glucosa en la sangre se mantienen, las funciones pueden ser desempeñadas de la mejor manera. Sin embargo, un déficit parcial o total en la producción de insulina, impide que esta sustancia se transfiera a las células, dando como resultado la acumulación de la misma en los torrentes sanguíneos, causando problemas vasculares como la hiperglucemia o una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes.
“La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Su cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que come en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Comprender los niveles de glucosa
Se considera normal si los niveles de glucosa que se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos a 140 mg/dl dos horas después de cada comida. Sin embargo, el paciente debe estar alerta cuando los niveles de glucosa en sangre estando en ayunas se sitúan entre 100 y 125 mg/dl y después de comer entre los 140 y los 199 mg/dl. Por lo que muchos expertos en salud recomiendan llevar una medición de la glucemia al levantarse por la mañana y antes del desayuno, para tener una medición más exacta.
También es importante tener en cuenta que existen tres tipos de esta enfermedad; la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional. Inicialmente, la diabetes tipo 1 es cuando el organismo se ataca a sí mismo y no existen una producción de insulina por parte del páncreas. La diabetes tipo 2 se da cuando el cuerpo no puede usar la insulina generada, por lo que el azúcar o glucosa en la sangre se acumula en el torrente sanguíneo. Existe una adicional que es la de tipo gestacional, la cual se da en mujeres en estado de embarazo que nunca han tenido diabetes, siendo una de las más reversibles.
Para evitar la aparición de una enfermedad tan grave como la diabetes, se debe, a toda costa, no llegar a la resistencia a la insulina y, precisamente, esto se puede hacer manteniendo una dieta alimenticia saludable, baja en azúcares, así como la práctica de algún tipo de deporte o actividad física que pueda disminuir los riesgos de padecer este tipo de problemas de salud.
Mantener los niveles de glucosa estables
Otra de las mejores opciones para mantener los niveles de glucosa estables es el consumo de infusiones o tés a base de plantas o hierbas medicinales, que se han utilizado a lo largo de la historia para combatir y prevenir una gran cantidad de enfermedades. Estas también suelen ser implementadas por vía tópica, por ejemplo, en compresas, colirios o lociones.
De acuerdo con el portal especializado Cuerpo Mente esta es una de las opciones de hierbas para cambiar el azúcar. Se trata de la judía, o conocida científicamente como phaseolus vulgaris, una planta cuyas vainas se utilizan con fines medicinales. De hecho, varios estudios de laboratorio han demostrado que los extractos de las vainas de judía tienen un efecto significativo en la reducción de los niveles de azúcar en sangre, al mismo tiempo que pueden aumentar los niveles de insulina. Por lo tanto, se considera que la judía tiene propiedades hipoglucemiantes, hipolipemiantes, diuréticas y depurativas.