Las plantas son una buena fuente de nutrientes para el organismo. La alfalfa, por ejemplo, aporta a la salud del sistema digestivo, la coagulación sanguínea, problemas hormonales, entre otros beneficios.

En el portal especializado Cuerpo Mente describen a la alfalfa como una “planta erecta, pubescente, de hojas trifoliadas y flores azules o amarillas”, además, su fruto es una judía curvada o redonda.

Esta hierba aporta calcio y también de vitamina D, dos nutrientes que ayudan a fijar ese calcio a los huesos. Por esta razón, aconsejan el consumo de alfalfa para prevenir enfermedades como la osteoporosis.

“Para el reuma y la artritis la alfalfa “tiene componentes que combaten las inflamaciones, beneficiosos para las personas que padecen enfermedades reumáticas”, así lo explican en el portal Saber vivir.

Entre los nutrientes que tiene la alfalfa se encuentran las vitaminas –K, E, D y A–, también tienen sales minerales como hierro, calcio, cinc y fósforo, saponósidos e isoflavonas.

Además, esta planta se usa como un reconstituyente natural cuando se presentan estados de debilidad, anemia y fatiga física, también la recomiendan los expertos cuando se necesita un aporte adicional de vitaminas: “es un poderoso tonificante”, señalan en Cuerpo Mente.

De acuerdo con el portal, la alfalfa también sirve para corregir menstruaciones abundantes, debido a su contenido en vitamina K.

Hemorragias superficiales, nasales y dentales y hemorroides sangrantes, son otros síntomas que se pueden tratar con esta planta, la cual se aconseja consumir fresca o bien germinados, “porque el potencial en vitamina K se puede perder con la cocción”.

Expertos indican que las hojas de alfalfa son posiblemente seguras cuando se usan a corto plazo. Pero se debe tener cuidado con el consumo en exceso o a largo plazo de esta planta, pues puede que no sea seguro. “El uso prolongado puede causar reacciones similares a la enfermedad autoinmune llamada lupus en algunas personas”, destacan en el sitio web de la Biblioteca de Medicina de EE. UU., Medline Plus.

Otros alimentos para fortalecer los huesos y evitar la osteoporosis

Semillas y frutos secos: las semillas de sésamo ayudan a fortalecer los huesos por el calcio. Por otra parte, se aconsejan entre los frutos secos los higos, pues el aporte individual de calcio por cada higo es de 13 miligramos por cada 241 miligramos.

Hígado de vaca: aunque no es el preferido de muchas personas, se puede incluir en la dieta para obtener vitamina D y ayudar a procesar el calcio que se consume en el organismo.

Soya: el portal Cuerpo Mente señala que por cada 100 gramos de soya, el cuerpo obtiene el 13 % de las cantidades recomendadas de calcio, por lo que podría prevenir la aparición de enfermedades óseas como la osteoporosis.

4. Lácteos: su alto contenido en calcio y vitaminas como el complejo B permite una producción más eficiente de energía y contribuye a la formación y mantenimiento de músculos, dientes y huesos. Alimentos como el yogurt, la leche y el queso, son algunos de ellos.

Canela para tratar la artritis

Según Mejor con Salud, la canela tienen componentes antioxidantes que generan un efecto antiinflamatorio, además, los extractos orgánicos de esta especia tienen actividad antiinflamatoria. Esto podría ayudar a aliviar los síntomas generados por enfermedades como la artritis.

Una de las formas de usarla es tomándola sola en infusión en las mañanas o mezclada con miel, alimento que también es reconocido por su capacidad antiinflamatoria y antioxidante, el cual puede ser útil para la prevención de procesos inflamatorios crónicos.

Para elaborar la bebida se recomienda mezclar una cucharada de miel junto con una cucharadita de canela en una taza de agua caliente, para tener mejores resultados los expertos aconsejan beberlo en la mañana y por la tarde, durante varios días.