La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones en la que los tejidos de la articulación afectada se deterioran con el tiempo y este es el tipo más frecuente de artritis y es más común en las personas mayores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel que hace parte de los institutos y centros que conforman los Institutos Nacionales de Salud de estados Unidos.

No obstante, aunque la osteoartritis puede dañar cualquier articulación, el trastorno afecta más comúnmente la columna vertebral, las articulaciones de las manos, las rodillas y las caderas.

Además, explicó que por lo general, las personas con osteoartritis tienen dolor en las articulaciones y, después de descansar, rigidez (incapacidad para moverse con facilidad) durante un período corto de tiempo.

Otros síntomas incluyen:

  • Hinchazón en la articulación y alrededor de esta, especialmente después de usarla mucho.
  • Cambios en la capacidad de mover la articulación.
  • Sensación de que la articulación está floja o inestable.

Adicional, señaló que la osteoartritis afecta a cada persona de manera diferente. Para algunas personas, la enfermedad no interfiere con sus actividades cotidianas, mientras que, en el caso de otras, causa un grado considerable de dolor e incapacidad.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló en su portal que los factores que pueden aumentar el riesgo de artrosis incluyen los siguientes:

  • Edad avanzada. El riesgo de tener artrosis aumenta con la edad.
  • Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está claro por qué.
  • Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y mientras más peso tengas, mayor será el riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.
  • Lesiones articulares. Las lesiones, como las que ocurren al practicar deportes o por un accidente, pueden aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.
  • Tensión repetida en la articulación. Si el trabajo o un deporte que se practica somete a una articulación a un esfuerzo repetitivo, esa articulación podría presentar artrosis con el tiempo.
  • La genética. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis.
  • Deformidades óseas. Algunas personas nacen con articulaciones malformadas o cartílagos defectuosos.
  • Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen diabetes y una afección en la cual su cuerpo tiene demasiado hierro (hemocromatosis).

Así las cosas, el portal Healthline reveló que el consumo de jengibre ayuda a combatir la osteoartritis, especialmente la osteoartritis de rodilla, ya que esta planta se caracteriza por tener propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y calmantes, entre otras.

De hecho, se puede usar de diferentes formas –en polvo, en aceite o zumo– y en la cocina es un gran ingrediente para algunos platos.

“Una revisión de literatura encontró que las personas que usaron jengibre para tratar su osteoartritis experimentaron reducciones significativas en el dolor y la discapacidad [...] Los participantes del estudio recibieron entre 500 miligramos (mg) y 1 gramo de jengibre cada día durante un período de 3 a 12 semanas. La mayoría de ellos habían sido diagnosticados con osteoartritis de rodilla”. señala el portal.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.