Las especias, las plantas aromáticas y las hierbas en general no son nuevas en la alimentación humana. Desde entonces se les reconocía por su toque de sabor extra para las comidas, resaltando algunas preparaciones y volviéndose imprescindibles para ciertas recetas.

Pero su uso no se restringió a la gastronomía y se expandió a los campos de la medicina natural, donde se empezaron a aprovechar las características de estos ingredientes para el tratamiento de enfermedades. Con el tiempo se han ido detallando las razones científicas detrás de esta costumbre milenaria.

¿Quién no se ha tomado una aromática, té o infusión para calmar un dolor o malestar? Pues estos remedios caseros que han pasado de generación en generación muchas veces tienen su sustento en las propiedades que se le han encontrado a las plantas con que se elaboran.

La cúrcuma tiene efectos antioxidantes. | Foto: Getty Images

Con respecto a la cúrcuma, una especia bastante popular, se ha dicho que contiene agentes que propician el alivio de malestares estomacales, previene los signos del envejecimiento y ayuda a disminuir la inflamación en el cuerpo.

En esta raíz asiática se pueden encontrar diversos nutrientes, tales como fibra, proteínas, vitamina E, hierro, calcio, potasio, magnesio, de acuerdo con el portal de salud Nutrición y Farmacia. Aunque, cabe advertir, que para percibir este aporte es necesario consumir una porción considerable de la cúrcuma, lo que no está aconsejado por los expertos.

No quiere decir que no sea beneficiosa para el organismo, puesto que a esta hierba se le han conferido diferentes acciones bondadosas, como antioxidante, antiinflamatoria, antibacteriana, entre otras.

Un artículo publicado en la sección de salud del portal Cuerpo Mente resalta que la cúrcuma también puede emplearse para la limpieza hepática, ya que también se le ha concedido propiedades para eliminar los compuestos tóxicos del cuerpo. Se ha dicho, además, que los curcuminoides son “protectoras del hígado”, agregan.

Gracias a estos efectos, la cúrcuma es una hierba que contribuye a mantener la salud del hígado, explican desde el sitio web de difusión médica Medical News Today. Una opción que puede ser sobre todo sugerida para pacientes que se sometan a un tratamiento con medicación fuerte y que puedan afectar a este órgano vital.

La ingesta de la cúrcuma solo puede considerarse como una alternativa complementaria a las indicaciones de los médicos, siempre que sea bajo la observación también del profesional, considerando el estado de salud de cada persona.

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¿Cómo utilizar la cúrcuma para el hígado?

La manera tradicional de usar la cúrcuma es añadiéndola como especia dentro de las comidas, para aportarle color y sabor a las preparaciones. Para consumirla de una forma más directa, es posible utilizar la raíz como base de una infusión o té, o en otras presentaciones naturalistas que se encuentren en el mercado (como suplementos).

En el caso de decidirse por la bebida caliente, desde el portal Medical News Today comparten una receta sencilla, con la que se pueden aprovechar las propiedades combinadas de otros ingredientes. Para elaborarla se necesitan:

  • Agua (1 taza)
  • Cúrcuma (una cucharadita)
  • Miel
  • Canela (una cucharadita)
  • Pimienta (media cucharadita)

Los pasos para hacer esta bebida no son complicados. Lo primero es poner a calentar el agua en una olleta. Dependiendo de las preferencias de cada quien, el agua puede ser reemplazada por leche.

Una vez el líquido alcance el punto de ebullición, se adicionan la canela, la cúrcuma y la pimienta negra. Se espera a que la bebida infusione por lo menos 10 minutos antes de consumirla. Hay que decir que antes de tomarla se puede colar y agregar miel al gusto, para mejorar el sabor.

De ninguna manera, este artículo sustituye una recomendación médica profesional.