Los hongos en los pies son conocidos como pie de atleta o tiña pedis. Se trata de una infección fúngica en esta parte del cuerpo que, por lo general, comienza a desarrollarse entre los dedos.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que algunos de los signos y síntomas de esta afección incluyen un sarpullido escamoso y con picazón. “La afección es contagiosa y puede transmitirse a través de pisos, toallas o ropas contaminadas”, precisa. Si bien se trata de un padecimiento que puede manejarse con medicamentos antimicóticos, lo cierto es que, según los expertos, la infección normalmente regresa.
Los hongos pueden presentarse en uno o en ambos pies y evidenciarse con piel escamosa o agrietada; picazón, especialmente después de quitarse los zapatos y las medias; piel inflamada que puede parecer rojiza o grisácea, según el tono; ardor o escozor, ampollas y piel seca y escamosa en la parte de abajo del pie que se extiende hasta el costado.
Esta infección es producto del tipo de hongo llamado dermatofitos, que causa la tiña y la tiña inguinal. Las medias y zapatos húmedos, las condiciones cálidas y la humedad pueden favorecer la proliferación de estos organismos, informa Mayo Clinic.
Es importante tener claro que estos hongos son contagiosos y pueden propagarse mediante el contacto con una persona infectada o con superficies contaminadas, como toallas, pisos y calzado. También es posible que se extienda del pie a otras partes del cuerpo.
Información de la compañía de salud Sanitas, de España, en su página web, indica que para el tratamiento del pie de atleta se puede recurrir a la aplicación de diferentes cremas y polvos de uso tópico que normalmente son de venta libre en las farmacias.
“Estos productos hay que seguir aplicándolos al menos hasta una semana después de que los síntomas hayan desaparecido. Sin embargo, para que el tratamiento tenga la máxima eficacia, la higiene es un complemento fundamental: conviene lavarse los pies al menos dos veces al día y luego secarlos, prestando especial atención a los espacios interdigitales y los pliegues que conforman los dedos en la planta”, precisa la citada fuente.
Además, es importante evitar caminar descalzo en lugares públicos húmedos y muy frecuentados como duchas, baños, vestuarios, saunas, piscinas y habitaciones de hotel con suelo de moqueta, entro otros.
Remedios caseros
Además de los medicamentos que pueden obtenerse en la droguería, también hay productos caseros que ayudan a aliviar esta molestia. Uno de ellos es el aloe vera, planta a la que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antifúngicas y antisépticas.
El portal Mejor con Salud indica que “según creencias populares, la aplicación diaria de gel de aloe vera sobre las zonas de los pies afectadas por hongos puede ayudar a detener su crecimiento. Así se aliviarían algunos síntomas como la comezón o irritación”.
Sin embargo, antes de iniciar cualquier tratamiento es determinante empezar por limpiar y desinfectar todos los zapatos y medias con el fin de eliminar los hongos que puedan estar alojados allí. Una de las formas de hacerlo es con bicarbonato de sodio.
Para preparar un remedio casero con sábila tendiente a atacar los hongos, se puede hacer de la siguiente forma, según Mejor con Salud. Se toma una penca de sábila, con agua y un jabón neutro y dos cucharadas de aceite de coco.
Se mezcla el gel del aloe vera con el aceite de coco y se remueve hasta obtener una mezcla homogénea, se lavan bien los pies con agua y un jabón neutro, se secan y luego se extiende una capa de la mezcla obtenida anteriormente y se deja actuar hasta que se seque o la piel lo absorba.
Se puede aplicar en las noches y cubrir los pies con unas medias, dejando actuar el remedio hasta el día siguiente. En la mañana se enjuaga y se vuelve a repetir la aplicación en la noche y realizar este proceso a diario para obtener mejores resultados.
A pesar de que se trata de un remedio natural, siempre es mejor consultar con el médico y determinar los productos que pueden ayudar a contrarrestar la infección.