La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que la enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.
“El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer”, explicó Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Asimismo, añadió: “con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados”.
Asimismo, Medline Plus, señaló que el Alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece, pero el riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Dicho lo anterior, es importante señalar que no hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer, pero un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Annamalai (India) y citado por el portal Mejor con Salud, reveló que el fenogreco “podría prevenir su avance”, ya que tiene una sustancia llamada colina que “es fundamental para prevenir las pérdidas de memoria y estimular las funciones cognitiva”.
Sobre su consumo, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde explicó que se pueden emplear de las siguientes maneras:
- “Té de semillas de fenogreco: agregar dos cucharaditas de semillas de fenogreco en una taza de agua fría y dejar reposar por tres horas. Luego, hervir los ingredientes, colar y consumir mientras esté tibio. Beber hasta 3 veces al día;
- Té de fenogreco para compresas (para usar en la piel): adicionar dos cucharaditas de semillas de fenogreco en 1 taza de agua. Hervir las semillas durante diez minutos. Luego colar y usar el té en compresas en el cuero cabelludo para el tratamiento de la caspa;
- Compresa con las semillas de fenogreco para forúnculos: agregar en la licuadora 110 g de semillas de fenogreco y agua o vinagre, licuar hasta formar una pasta. Luego, llevar al fuego hasta que hierva. Esparcir la pulpa aún caliente sobre un paño, esperar a que esté tibio y aplicar sobre el forúnculo o herida en la piel hasta enfriar, repitiendo el procedimiento de tres a cuatro veces al día;
- Cápsulas de fenogreco: la dosis recomendada es de una cápsula de 500 o 600 mg, 1 o 2 veces al día, según la indicación médica. Para ayudar en el tratamiento de la diabetes, se recomienda tomar la cápsula de fenogreco antes o durante la comida”.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.