El hígado es un órgano que cumple muchas funciones importantes, por ejemplo, actúa en el procesamiento y digestión de los alimentos, y también almacena energía y elimina toxinas.
Las enfermedades hepáticas, como se conoce a las afecciones relacionadas con este órgano, son variadas. Entre estas se encuentran las causadas por la hepatitis, las causadas por las drogas o el alcohol, el cáncer de hígado y aquellas que son de carácter hereditario.
Aunque varias de estas afecciones no suelen manifestarse externamente con frecuencia, hay algunos síntomas a los que se le puede prestar atención. Según MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, algunos de estos son:
- Hinchazón en las piernas y en el abdomen.
- El surgimiento de moretones con facilidad.
- Cambios en el color de las heces y la orina.
- Piel y ojos amarillentos, conocido como ictericia.
La mejor forma para diagnosticar una enfermedad hepática es a través de diferentes pruebas recetadas por el médico. Los síntomas por sí solos pueden significar otra patología. Además, como se ha indicado, no siempre hay síntomas y por ello, también son importantes los chequeos regulares.
Debido a que el hígado cumple una importante labor, es bueno mantenerlo saludable. Visitar al médico periódicamente es una de las recomendaciones, sin embargo, mantener una dieta saludable, realizar ejercicio, evitar las grasas y el alcohol, también es fundamental.
Además, el medio Tua Sáude, mencionó que existe una planta que ayuda a regenerar este importante órgano y así cuidar la salud de las personas. Según el portal, el diente de león es rico en potasio, y otros nutrientes, con la capacidad de reducir el riesgo de padecer enfermedades digestivas, y de la piel. También es alto en carotenoides, flavonoides y compuestos fenólicos que tiene efectos antiinflamatorios, incluso actúa como protector hepático.
Por otro lado, su consumo reduce los riesgos de padecer las siguientes enfermedades, pero no las elimina. Por otro lado, el portal Salud Mapfre indica que esta hierba tiene una acción protectora hepática y es lo que le permite ejercer una acción sobre el hígado y la vesícula biliar, favoreciendo la formación y secreción de bilis, lo que facilita la digestión de las grasas y previene la formación de cálculos biliares.
De otra parte, puede ser aliado de los pacientes diabéticos. El concentrado de diente de león estimula la producción de insulina y de esta forma se controlan los niveles de glucosa en la sangre. Adicionalmente, posee propiedades diuréticas, lo que hace que incremente la necesidad de orinar, ayudando así a eliminar el exceso de azúcar del organismo.
Las bondades medicinales de esta planta se extienden al proceso digestivo. La medicina natural tradicional utiliza el diente de león para tratar el estreñimiento y otros síntomas de mala digestión, de acuerdo con De igual forma, mejora la salud ósea gracias a que es rico en calcio, mineral clave en el fortalecimiento de los huesos. También, es fuente de vitamina C y luteolina, que son antioxidantes que protegen a los huesos del deterioro que se registra con el proceso de envejecimiento.
Otra de las bondades que se le atribuyen es que ayuda a cuidar la piel. “Las investigaciones en animales indican que los extractos de hojas y flores de diente de león protegen este órgano frente al daño causado por las radiaciones solares, el envejecimiento y el acné. Potencian la generación de nuevas células, lo que ayudaría a retrasar el proceso de envejecimiento”, precisa Cuerpo Mente. Se cree que estos efectos se deben al contenido en inulina prebiótica.
Estos son otros beneficios de la planta al organismo, de acuerdo con información del portal Nutrición y Farmacia, de España, señala que el diente de león contribuye a regular la condición de las personas que padecen anemia. Esto se debe a que contiene altos niveles de hierro, vitaminas y proteínas, que fomentan la formación de los glóbulos rojos y otros componentes sanguíneos.