La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, explicó que existen varios tipos de diabetes: la sacarina de tipo 2, que se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, mientras que la sacarina de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.

Así las cosas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son:

  • Aumento de la sed.
  • Micción frecuente.
  • Hambre extrema.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
  • Fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.

Por su parte, el sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan la sangre desde y hacia el corazón, de acuerdo con el portal de salud KidsHealth.

Adicional, en este sitio web se explica que el sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células, y elimina productos de desecho como el dióxido de carbono.

Sin embargo, no todas las personas tienen buena circulación y esto puede deberse por problemas circulatorios y del corazón se agrupan en dos categorías: congénitos, lo que significa que el problema estaba presente en el momento del nacimiento; y adquiridos, es decir, que los problemas se desarrollaron en algún momento de la infancia, la niñez, la adolescencia o la vida adulta.

De hecho, cuando una persona tiene mala circulación puede presentar fatiga, edema, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otras.

Dicho lo anterior, el portal Mejor con Salud reveló que la flor de Jazmín reduce el riesgo de padecer diabetes y ayuda a mejorar la circulación sanguínea por los polifenoles y para obtener los beneficios hay que hervir 300 mililitros de agua y agregar de cuatro a seis flores frescas de jazmín. Después, se esperan cinco minutos y se consumen de dos a tres tazas al día.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, otros hábitos que ayudan a nivelar el azúcar y mejorar la circulación son:

  • Mantener un peso saludable: Esto permite que la persona tenga un buen estado de salud y calidad de vida.
  • Seguir una dieta saludable: Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.