El hígado es uno de los órganos que tiene a cargo múltiples ‘tareas’ para el correcto funcionamiento del organismo y, según Stanford Medicine Children’s Health, se encarga de regular buena parte de las sustancias químicas en el torrente sanguíneo. Su labor no termina ahí, pues también produce la bilis (un líquido que ayuda a descomponer las grasas).
Según el centro mencionado son cientos de funciones las que reposan en el hígado y, adicional a las anteriores, también está la regulación de los aminoácidos en la sangre (moléculas base de las proteínas). A la lista se suma la depuración de medicamentos, de la bilirrubina y la transformación del amoníaco tóxico en urea, es decir, una sustancia expulsada mediante la orina.
Cuando la bilirrubina está en índices elevados podría significar que se padece anemia hemolítica, cuya aparición llega cuando el organismo acaba con los glóbulos rojos más rápido de lo que tarda en generarlos. El National Heart, Lung and Blood institute o Instituto Nacional del corazón, los pulmones y la sangre, informa como algunos de los síntomas la debilidad y cansancio; siendo un examen médico el que determinará el diagnóstico.
Las hierbas para limpiar el hígado
Una de las plantas que se resalta es el diente de león. El portal Cuerpo y Mente apunta a que este tiene propiedades que ayudan al cuerpo para que se deshaga de las toxinas ‘apropiadamente’. Por ejemplo, están los terpenoides y flavonoides.
Mejor con Salud aconseja tomar una taza de esta infusión al día durante una semana. Las ventajas de dicha hierba se extienden a los riñones por su contenido en vitamina A y potasio cuando la persona se enfrenta a retención de líquidos o infecciones en la vejiga.
Por su parte, la corporación estadounidense sobre bienestar WebMD subraya que su consumo, como en otros casos, podría derivar en efectos secundarios para algunas personas. La diarrea y acidez estomacal son algunos de estos y tampoco se aconseja si el paciente está próximo a una intervención quirúrgica o en estado de embarazo y posterior lactancia.
La alcachofa es otra planta que limpia el organismo, gracias a componentes como la cinarina (un antioxidante natural). Cuerpo y Mente señala que esta tiene una variedad de nutrientes y oligoelementos y que contribuyen al órgano en cuestión en su labor de “filtraje”.
Además de poder incluirse en las comidas habituales también se puede consumir como bebida al dejar hervir hojas secas y esperar unos 10 minutos a que se repose antes de tomarla. Su ingesta es de cinco días, todas las mañanas, tiempo después del cual puede repetirse el procedimiento cada dos semanas para garantizar una continuidad depurativa.
Una tercera planta es el aloe vera (sábila) que, según Mejor con Salud, no solo aporta a un mejor funcionamiento hepático, pues además favorece el tránsito intestinal. Este se puede ingerir de diferentes formas y se ajusta a las preferencias de la persona; por ejemplo, en batidos, cápsulas, mediante una infusión o incluyéndose en ensaladas.
Pese a la diversidad para su consumo, UnComo opta ingerirlo antes del desayuno bien sea en jugo, té o infusiones. Otra alternativa es en horas de la noche, luego de la última comida. Sobre la cantidad, esa plataforma menciona que a diario el nivel óptimo es entre 50 y 100 mililitros.
Ese mismo portal enlista la salvia para procurar que las tareas hepáticas se desarrollen con normalidad. Su ingesta no debe superar entre dos y tres tazas por jornada durante cinco días; sin embargo, es mejor tomar distancia si la persona está en embarazo, periodo de lactancia o insuficiencia renal.