La cebolla es ideal cuando las personas experimentan signos de tos, congestión nasal y dolor de garganta, ya que su contenido en vitaminas y antioxidantes ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
De hecho, las bebidas calientes, como los tés, alivian los síntomas y mejoran la congestión. El té de cebolla, en específico, no puede tratar en su totalidad los resfriados, pero gracias a sus propiedades hidratantes y antioxidantes tiene la capacidad de aliviar los síntomas, de acuerdo con los expertos de la Clínica Mayo.
Por su riqueza en potasio y escaso sodio, la cebolla también resulta diurética y ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas.
Según el magacín Mundo Deportivo, la cebolla es ideal para reducir los niveles de ácido úrico en la sangre, con lo que se baja poco a poco la hiperuricemia. De hecho, ayudarán a mantener los niveles entre los considerados normales y evitar así la formación de cristales de urato en las articulaciones.
Debido a sus componentes azufrados, el consumo de cebolla también previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos, según el portal de salud Cuerpo y Mente.
Cebolla para el colesterol y el ácido úrico
- Cocer un par de cebollas no muy grandes; pelarlas y abrirlas en dos trozos.
- Una vez que estén blandas, separar el agua de la cocción y ponerla en una botella junto al jugo de medio limón.
- Finalmente, beber esta preparación durante el día; ¡simple y efectivo!
Licuado de cebolla y zanahoria
Este poderoso licuado contiene vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes que ayudan a fortalecer todo el cuerpo.
Ingredientes:
- 1 diente de ajo.
- 1 cebolla mediana.
- 2 ramas de apio.
- 1 zanahoria mediana.
- 1 litro de agua.
Preparación:
- Primero se deben lavar bien los ingredientes, cortarlos en varios trozos y licuarlos con un litro de agua.
- Una vez terminados estos pasos, se puede tomar la bebida dos veces al día.
Otros beneficios de la cebolla para la salud
La cebolla es un alimento prebiótico
- Es rica en fructooligosacáridos, prebióticos que estimulan el crecimiento de bifidobacterias en el intestino e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas. Este equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de cáncer de colon.
Es antidiabética
- Gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del llamado FTG (factor de tolerancia a la glucosa), y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas, ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre en las personas diabéticas.
La cebolla contribuye a la salud digestiva
- Previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez.
Es anticancerígena
- Numerosos estudios demuestran que su ingesta habitual previene el cáncer, siendo este uno de los beneficios más reseñables de la cebolla para la salud.
- Quienes la comen regularmente presentan, por poner un ejemplo, un riesgo un 40 % menor de desarrollar cáncer de estómago, según el portal de salud, Cuerpo y Mente.
La cebolla tiene propiedades antisépticas
- Las propiedades antisépticas y mucolíticas de los componentes azufrados, junto con la acción antiinflamatoria de la quercitina, la hacen eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma.
- También es un conocido remedio popular frente a la tos, dejar una cebolla cortada por la mitad en la mesilla de noche.
Es antioxidante
- Otro de los beneficios de la cebolla es que contiene quercitina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.