La vitamina D es esencial para la correcta absorción del fósforo y el calcio en los huesos, es decir, fija el calcio en los huesos para mantenerlos fuertes y sanos, así lo explica el portal El Comercio.
Esta vitamina también es conocida como calciferol y “es una de las vitaminas liposolubles imprescindibles para la formación normal de los huesos y de los dientes y para la absorción del calcio a nivel intestinal”, así lo cita el portal Cuídate plus. La deficiencia de vitamina D puede causar enfermedades como la osteoporosis y raquitismo.
En los huevos, la proteína de un huevo se encuentra en la clara, la grasa, las vitaminas y los minerales se encuentran principalmente en la yema, explica el mencionado portal, además señala que “una yema de un huevo de tamaño medio contiene 1,75 microgramos. Los niveles de vitamina D en la yema de huevo dependen de la exposición al sol y del contenido de vitamina D del alimento que hayan tomado las gallinas”.
Por esta razón los especialistas recomiendan “los huevos de gallinas criadas al aire libre o en semilibertad es recomendable, ya que pueden tener niveles hasta 3 o 4 veces más altos que las que no”, señala El Comercio.
En el sitio web El Confidencial destacan que los huevos, específicamente las yemas, también contienen vitamina D. Este alimento además se destaca por su aporte de “omega 3, y vitaminas A, E y B12. Igualmente minerales como el selenio”.
Los huevos tienen un aporte de proteína que “supone una valiosa contribución a la fortaleza muscular como fuente de energía y además promueve la sensación de saciedad”, sobre este tema la revista Nutrition Today revisó un análisis de más de 25 estudios sobre proteínas y concluyó que “las naturales y de alta calidad presentes en los huevos contribuyen a la fuerza, la potencia y la energía del organismo de diversas formas”.
En el sitio web Cuídate plus indican que la deficiencia de vitamina D en el organismo “también podría estar vinculada con la disminución de la función cognitiva y la aparición de enfermedades crónicas siendo los más frecuentes los cáncer de mama, colon, próstata y ovarios, fatiga crónica, psoriasis, artritis reumatoide, tuberculosis, enfermedades cardiacas, enfermedades inmunológicas o mentales, como depresión y trastornos afectivos estacionales, entre otras”.
“En nuestro entorno es muy común la deficiencia de esta vitamina, que está implicada en el metabolismo óseo, pero que también se asocia con otros tejidos y sistemas”, explica la profesora Victoria Arija, Catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rovira y Virgili, de Tarragona en palabras que recoge Cuídate plus.
Entre las fuentes para aportar vitamina D al organismo está la exposición directa al sol (no se obtiene en espacios cerrados a través de las ventanas). “Con la exposición durante 10 o 15 minutos tres veces a la semana se suelen cubrir las necesidades del cuerpo de esta vitamina”, destaca Cuídate plus, además advierte que las personas que tienen la oportunidad de acceder a lugares soleados “tendrán que recurrir a la dieta y los suplementos”.
Las fuentes alimenticias principales donde se puede encontrar son:
- Pescados grasos: son la mejor opción. El atún, la caballa y el salmón contienen grandes cantidades de vitamina D.
- Aceites de hígado de pescado, leche, huevos y mantequilla.
- Carnes.
- Champiñones.
La Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos además recomienda el consumo de huevo, principalmente su yema para aportar vitamina D al organismo. “Es mejor comprar huevos producidos por gallinas que se alimentan con granos enriquecidos con vitamina D”, destacó el mencionado portal que también aconseja consumir setas silvestres, pescados grasos y suplementos para nutrir el organismo con esta vitamina.