Una alimentación saludable es fundamental para mantener un cuerpo sano y prevenir todo tipo de enfermedades, muchas de las cuales se pueden desarrollar a lo largo de los años y ser mortales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que llevar una dieta equilibrada previene la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, hay muchos factores que se deben considerar y que han llevado a que los hábitos alimenticios empeoren.
Frente a esto, la OMS indica que actualmente las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal. Asimismo, explica que las personas no consumen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, pilares fundamentales de una dieta sana.
“La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona, el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios”, precisa la organización.
En ese sentido, la entidad sanitaria enfatiza que es fundamental el consumo de frutas si se quiere llevar una alimentación saludable, pues estas contienen todo tipo de propiedades que ayudan a prevenir enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, diabetes, cáncer y la obesidad, muchas de las cuales son principales factores de muerte en todo el mundo, según datos oficiales.
La fruta para la memoria y la salud del corazón
Una de las grandes ventajas de las frutas es que son muy variadas, por lo que las personas pueden escoger de todo tipo, dependiendo de sus gustos y objetivos. La fresa es una de las más consumidas y que trae grandes beneficios para el cuerpo humano.
De acuerdo con el portal Tua Saúde, esta fruta es rica en flavonoides, una sustancia que ayuda de gran manera a mejorar la memoria y prevenir afecciones relacionadas con esta, debido a que aumenta el flujo sanguíneo en el cerebro y estimula la actividad de los neurotransmisores.
Además, las fresas son ricas en antocianinas, cobre y vitamina C, por lo que varios estudios han comprobado que su consumo está asociado con el retraso del deterioro cognitivo y la disminución del riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como lo pueden ser la demencia o Alzhéimer.
Sumado a esto, científicos de la Universidad Estatal de San Diego, Estados Unidos, llevaron a cabo un estudio en el que concluyeron que comer dos porciones de fresa al día ayuda a mejorar la salud cardiovascular, lo que se logra debido a sus capacidades antioxidantes. De esta forma, incluir esta fruta en la dieta diaria reduce el riesgo de desarrollar afecciones como aterosclerosis, derrame cerebral e infarto de miocardio.
Además de lo anterior, está comprobado que ingerir este alimento también ayuda a controlar la presión arterial, reducir el azúcar en la sangre, combatir la obesidad y mejorar la salud en los ojos.
Es importante mencionar que las fresas deben ser desinfectadas en el momento en el que se van a consumir, ya que así se puede prevenir la aparición de ciertas afecciones y, además, si se llega hacer antes se puede modificar su color, sabor y consistencia.