El hígado hace parte del selecto grupo de órganos vitales del ser humano, tan importante como el corazón o el cerebro, pues de su función depende la limpieza del organismo, debido a que permite la eliminación de las toxinas y residuos del cuerpo.
De acuerdo con el Manual de salud MSD en su versión para los profesionales, el hígado es una de las partes del cuerpo más valiosas, puesto que entre sus tareas se lista la producción de bilis -el cual que interviene en el procesamiento de los compuestos que se filtran al hígado para poder retirarlos efectivamente del cuerpo cuando no son aprovechables-.
Por eso, son de resaltar las condiciones que pueden dañarlo y perjudicar la salud y calidad de vida de las personas. El hígado graso es una de las afecciones hepáticas que pueden impedir su correcto funcionamiento, y consiste en una acumulación de sustancias grasas en su revestimiento.
Vale la pena tener presente que se trata de una condición que no se origina únicamente por el excesivo consumo de alcohol, siendo este uno de los principales factores que producen un serio daño en el hígado. Al listado de causas se suma la mala alimentación y otros hábitos nocivos que pueden propiciar que se formen cúmulos de compuestos como los triglicéridos.
Según señalan desde el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, el riesgo se aumenta cuando la persona padece de otras condiciones críticas como la diabetes, que se caracteriza por las cantidades elevadas de azúcar en la sangre.
Entre otros factores que se deben considerar como un peligro para desarrollar el hígado graso, detalla la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, se listan la hipertensión arterial, el consumo de cierta medicación y las intoxicaciones.
¿Cómo tratar el hígado graso naturalmente?
Esta enfermedad únicamente puede ser determinada por un profesional de la salud, por lo que no se aconseja auto-diagnosticarse ni mucho menos tratarla en casa sin una guía médica. Lo correcto es que se acuda a un especialista para que sea este quien indique el mejor abordaje, teniendo en cuenta todo el cuadro clínico.
Ahora bien, hay algunas alternativas naturales que pueden ser complementarias para el alivio del hígado graso, sobre todo contribuyendo a impedir la formación de grasas y estimulando el funcionamiento de este órgano para desechar los residuos tóxicos del cuerpo.
Una de las plantas recomendadas con este fin es el tomillo, como sugieren desde un artículo de Hola! Esta planta aromática se caracteriza por su variedad de propiedades medicinales.
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Según el portal de difusión de información académica, El Selvier, a esta hierba se le confiere efectos antiinflamatorios, antisépticos y antiespasmódicos, pero además se considera como un aliado de la buena digestión.
Además, según la guía de alimentos del portal Cuerpo Mente, este ingrediente es considerado como un regenerador para el hígado, sobre todo cuando se ha acumulado de toxinas en este órgano.
La mejor forma de aprovechar estos beneficios es utilizando el tomillo como base para una infusión. Su preparación es muy sencilla, solo basta con poner a calentar una taza de agua y una vez alcance su punto de ebullición se añade una cucharada o dos, de tal forma que infusione al líquido.
Luego de dejarla reposar por un par de minutos, se consume la bebida. Al momento de consumir esta preparación hay que tener en cuenta un par de consideraciones, pues ingerirla de manera inadecuada puede desencadenar una respuesta adversa. Sobre esto, el portal Nutrición y Farmacia indica que no se debe exceder ni en la cantidad ni en el tiempo del consumo.
Tampoco se recomienda para las personas gestantes ni lactantes ni mucho menos en menores de edad, sin antes consultarlo con el médico. De ninguna manera este artículo sustituye una recomendación profesional.