La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo; una hormona llamada insulina tiene como función ayudar a que este tipo azúcar pase del torrente sanguíneo a las células.
Una cantidad excesiva o insuficiente de glucosa en la sangre podría ser un signo de un problema médico serio. Los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden significar la presencia de diabetes.
Por su parte, los niveles bajos de glucosa en la sangre (hipoglucemia) también pueden provocar problemas médicos serios, como daño cerebral, si no se tratan a tiempo, así lo explica el portal de salud y medicina Medline Plus.
Síntomas cuando los niveles de glucosa son elevados:
- Aumento de la sed.
- Orinar con más frecuencia.
- Visión borrosa.
- Cansancio.
- Heridas que cicatrizan lentamente.
Síntomas cuando los niveles de glucosa son bajos:
- Ansiedad.
- Sudor.
- Temblores.
- Hambre.
- Confusión.
La dieta es la mejor forma para que los niveles de azúcar se mantengan saludables. Del consumo diario se deben eliminar alimentos cargados de azúcar, las bebidas gaseosas y la popularmente llamada comida chatarra. De igual manera, se deben incluir frutas como la manzana, y alimentos como pan de centeno, frutos del bosque, frutos secos, avena, legumbres y/o granos.
Cuando la glucosa se encuentra en niveles inapropiados se debe consultar con un médico y con la autorización de este se pueden consumir algunas infusiones naturales para disminuir el azúcar en la sangre.
Una de estas bebidas, según el portal ABC de Sevilla Salud, es el té de manzanilla, que, por sus componentes reduce la cantidad de glucosa absorbida por el intestino en el torrente sanguíneo.
La preparación de la infusión es sencilla. A una olla con una taza de agua se le agrega una cucharada de manzanilla y se pone a hervir. Al terminar se deja reposar y luego se puede beber.
Cinco síntomas poco conocidos de la diabetes
Alteración en la visión
Aunque esta enfermedad altera los fluidos corporales, entre estos la visión, algunos diabéticos, antes de ser diagnosticados, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas. No obstante, una vez la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo.
Sin embargo, ello no se debe a una retinopatía diabética, una enfermedad que genera la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.
Irritaciones cutáneas
Si la persona empieza a notar picor o irritación en la piel, debe establecer si se debe al clima u otros factores o, de lo contrario, deberá adelantar un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa.
El portal Econcejos destaca que la diabetes alcanza a la circulación de la sangre y por ello las extremidades son las más propensas a la irritación.
Ronquidos
Los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, entre estas la diabetes. Por lo tanto, las personas experimentan intervalos respiratorios, debido al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias.
Así mismo, debido a los ronquidos, se termina perjudicando la entrada de aire en los pulmones, generando que se detenga el metabolismo de la glucosa.
Cuero cabelludo o caspa
Cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el organismo trata de liberarla a través de la orina pero, si se elimina demasiada, algunas partes del cuerpo de deshidratan, lo que genera escamas en el cuero cabelludo y caspa (dermatitis seborreica).
Problemas de audición
Si la persona empieza a ver que necesita aumentar el volumen del televisor o de la radio, ello es una alarma de que puede estar padeciendo diabetes, pues está perdiendo paulatinamente audición.
De hecho, algunas investigaciones señalan que, aquellas personas que tienen más azúcar en la sangre, corren un mayor riesgo de tener daños auditivos que otras, debido a que la elevada glucosa provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.