La tensión arterial elevada y los niveles de colesterol alto son considerados como factores de riesgo cardiovascular, de ahí que su control sea clave para mantener unas condiciones favorables, sin poner en riesgo la salud del corazón.

Por ejemplo, cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, permite que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca y renal, de acuerdo con información de la biblioteca médica Medline Plus.

Por su parte, el colesterol alto puede llevar a que se produzca una acumulación de depósitos de grasa en las paredes de las arterias (ateroesclerosis), lo que puede ocasionar una reducción del flujo sanguíneo a través de estos conductos.

Lo anterior puede derivar en dolor en el pecho (angina de pecho) y otros síntomas de enfermedad de las arterias coronarias. También se puede presentar un ataque cardíaco, en caso de que se formen coágulos sanguíneos o un accidente cerebrovascular, que se produce cuando se bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro debido a un coágulo sanguíneo, según indica el instituto de investigación Mayo Clinic.

Los expertos coninciden en que llevando una dieta saludable y equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales integrales y proteínas, evitando las grasas y los azúcares agregados y combinándola con actividad física regular, se puede cuidar el organismo y proteger de estas afecciones.

Sin embargo, también hay algunos remedios naturales como las infusiones, que si bien no son tratamientos para curar enfermedades, sí pueden ayudar a aliviar algunos padecimientos, esto en el marco de hábitos de vida saludables.

Uno de ellos es el té de jazmín, el cual se prepara con té verde y la fragancia de las flores de jazmín. Las personas también pueden utilizar otras variedades de té, aunque esta opción tiende a ser la más común. Al jazmín se le reconoce por ser una de las flores con mayor aroma y por ello en la aromaterapia se le asocia con la relajación, una opción para ayudar a combatir el estrés.

El té de jazmín ayuda a reducir la acumulación del colesterol y grasas no saludables en el organismo. El portal Mejor con Salud cita un estudio publicado en la revista Molecules, en el cual se concluye que esta bebida podría ayudar a disminuir la formación del colesterol malo gracias a su contenido de polifenoles.

Esto tiene su explicación en que diversas investigaciones han demostrado que el té verde puede mejorar algunos de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, los cuales incluyen el colesterol, en general; el colesterol malo y los triglicéridos. “El té verde también incrementa de forma drástica la capacidad antioxidante de la sangre, lo que protege a las partículas LDL de la oxidación, las cuales son responsables de las cardiopatías”, precisa el portal Healthline.

Por otro lado, una revisión de ensayos controlados aleatorios sobre los efectos en el organismo del consumo de té negro y té verde sobre la presión arterial, concluyó que la ingesta a largo plazo de ambos tipos de té reducía la presión arterial sistólica y diastólica. Sin embargo, este beneficio fue más significativo con el té verde, según Healthline.

Adicionalmente, dados los efectos calmantes del té verde, combinados con el aroma de jazmín, puede resultar de utilidad cuando las personas que enfrentan cuadros de estrés. Mejor con Salud recoge información de una investigación publicada en European Journal of Applied Physiology, según la cual la intensidad del aroma a té de jazmín tiene un ligero efecto sedante, por lo que puede brindar relajación.

Si bien se trata de un producto natural, es importante saber que no es recomendado, por ejemplo, para las mujeres embarazadas. Además, independiente de este estado, siempre es importante consultar al médico antes de iniciar su ingesta o cualquier posible tratamiento con esta bebida.