Las legumbres son ricas en micronutrientes como minerales y vitaminas del grupo B, así como en polifenoles antioxidantes. Se trata de productos con un importante contenido de almidón resistente y fibras solubles que alimentan a las bacterias intestinales que son buenas para el organismo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), asegura que estos productos son bajos en grasa y no contienen colesterol. Son buena fuente de hierro, ricos en potasio y ácido fólico; tienen un bajo índice glucémico y son alimentos que no contienen gluten en su estado natural. Además, tienen un valor agregado y es que se pueden almacenar durante mucho tiempo.

En la lista de legumbres destacan los garbanzos, que ofrecen un importante aporte en proteínas y fibra, además de ser bajos en grasas saturadas, lo que contribuye a regular el colesterol. Al combinar garbanzos con cereales como el arroz, la calidad de sus proteínas aumenta, argumenta Cuerpo Mente.

Mejor con Salud asegura que estos alimentos son buenos para cuidar la salud cardiovascular. Esto se debe a que, por un lado, las únicas grasas que tienen los garbanzos son los ácidos grasos omega 3, las cuales son poliinsaturadas y beneficiosas para el cuerpo. Su ingesta protege el corazón.

Los garbanzos son fuente de proteínas como el calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, folatos, niacina, vitamina B6 y vitamina E. | Foto: Getty Images
Los garbanzos son fuente de proteínas como el calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, folatos, niacina, vitamina B6 y vitamina E. | Foto: Getty Images

Asimismo, varios de los distintos minerales que contienen los garbanzos, como el hierro, fósforo, zinc, magnesio y cobre, favorecen el sistema cardiovascular en general.

“Diferentes estudios han respaldado la capacidad de las legumbres para mejorar el perfil lipídico, el control glucémico y la presión arterial, los cuales son los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares”, precisa la citada fuente.

Adicionalmente, los están indicados para incluir en dietas tendientes a bajar de peso, son favorables para fortalecer los huesos, aportan calcio y vitamina E.

Investigaciones respaldan la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca del consumo de garbanzos y otras leguminosas con el fin de reducir los riesgos de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la diabetes mellitus tipo 2 y la obesidad. Estudios señalan que las personas diabéticas que incorporan dietas ricas en fibra experimentan niveles más bajos de glucosa en sangre, lo que sugiere que los garbanzos, debido a su contenido de fibra, podrían ser una opción saludable para aquellos que buscan controlar sus niveles de glucosa y mejorar su salud metabólica.

Garbanzos | Foto: Getty Images

Factores que influyen en el descontrol del colesterol en el cuerpo

A pesar de que se habla de la importancia en la alimentación para regular esta sustancia en el cuerpo, este no es el único factor que se debe tener en cuenta prevenir el colesterol alto. En el portal especializado Mejor con Salud detallaron seis factores que influyen en el descontrol de esta sustancia en el organismo.

1. Hábitos alimenticios. De acuerdo con la Clínica de Mayo, el consumo de grasas saturadas y grasas trans, así como carnes rojas y lácteos enteros, pueden ser factores principales para que los niveles de colesterol en el cuerpo aumenten.

2. Sedentarismo. Esta es una de las principales razones por las que el colesterol malo aumenta en las arterias, la inactividad reduce la capacidad del cuerpo para transformar grasa en energía, por lo que esto conduce a su retención.

3. Sobrepeso. Las personas que padecen de sobrepeso y obesidad tienen mayores probabilidades de sufrir de altos niveles de colesterol en la sangre. Esto, debido a que la acumulación de grasa en el organismo podría disminuir la capacidad para remover este lípido de las arterias.

4. Estrés. No manejar adecuadamente los episodios de estrés se puede convertir en una causa potencial de colesterol alto. Además, esto afecta la salud emocional y puede tener efectos negativos en los procesos que ayudan al organismo a remover el lípido de las arterias.