Existen una serie de métodos tradicionales para detectar los problemas del corazón. Algunos de los más conocidos, según Medline Plus, son la cateterización cardiaca, un procedimiento en el que se pone un catéter (un tubo largo, delgado y flexible) en un vaso sanguíneo en el brazo, la ingle o el cuello y se dirige hacia el corazón; la tomografía computarizada, una prueba de imagen indolora que utiliza rayos X para tomar imágenes claras del corazón y sus vasos sanguíneos; y la resonancia magnética, una práctica que emplea ondas de radio, imanes y una computadora para crear imágenes precisas del corazón.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Circulation descubrió que por medio de las mamografías de rutina es posible encontrar información determinante sobre las enfermedades cardiovasculares, todo gracias a la detección de calcificaciones arteriales.
Esta es una gran noticia si se tiene en cuenta que a nivel mundial, cada año mueren más personas por dificultades en el corazón que por cualquier otra causa, principalmente por enfermedades cardíacas isquémicas y accidentes cerebrovasculares.
En las Américas, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mueren dos millones de personas por este tipo de enfermedades cada año. “En América Latina y el Caribe, la hipertensión es una condición muy común que conduce tanto a la enfermedad cardíaca como al accidente cerebrovascular, y datos de la red NCD Risk Factor Collaboration (NCD-RisC) muestran que el 28% de las mujeres y el 43% de los hombres desconocen su condición de hipertensos”, detalló el organismo afiliado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este contexto, el estudio publicado en la revista Circulation determinó que las manchas o líneas blancas visibles en las mamografías indican una acumulación de calcio en las arterias mamarias.
Dicha calcificación de la arteria mamaria es diferente de la calcificación de la arteria coronaria, que se sabe es un marcador de mayor riesgo cardiovascular. Para el estudio, los investigadores analizaron a 5.059 mujeres posmenopáusicas (de 60 a 79 años) durante seis años y medio. Los expertos descubrieron que las personas con calcificación arterial mamaria tenían un 51% más de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca o sufrir un derrame cerebral que las que no tenían calcificación.
La investigación puntualizó que los informes de mamografía no siempre incluyen datos sobre calcificaciones en las arterias mamarias. Así las cosas, los autores del estudio manifestaron su interés en que sus hallazgos conduzcan a cambios en las pautas para que los informes incluyan estos datos en el futuro. Sin embargo, advirtieron que la falta de calcificación en las arterias mamarias no necesariamente se traduce en un menor riesgo de enfermedades en el corazón.