Los pacientes con cáncer que consumen cannabis lo hacen para aliviar el dolor. Pero según Claude Cyr, experto de la Universidad de McGill en Canadá, hay muchos otros síntomas que este compuesto podría atenuar como el insomnio, la depresión la fatiga y en general la calidad de vida. A pesar de eso, un estudio de la Universidad de Colorado presentado en el marco del Congreso de la Asociación de Oncología Clínica (Asco), que se lleva a cabo en Chicago, mostró que apenas 46 por ciento de los médicos y enfermeras se siente a gusto recentándola. Esto a pesar de que 73 por ciento son conscientes de que es una herramienta útil para el manejo de la enfermedad. Según Worster, la evidencia científica de la marihuana en cáncer no es tan robusta como con otros medicamentos Aparentemente, la razón para este resultado es el desconocimiento en el tema debido al estigma que aún rodea este medicamento. Así mismo, aún existe controversia sobre cuanta dosis se debe dar a un paciente. Incluso, según Brooke Worster, experta del hospital de la universidad de Jefferson, aún falta mucha información sobre cómo los componentes activos de la marihuana, el CDB y el THC actúan con otros medicamentos para el corazón en pacientes viejos. Al menos en Estados Unidos, la falta de estudios está ligada al temor de los médicos de perder los fondos del gobierno federal para sus investigaciones si estudian el efecto de la marihuana en estos pacientes debido a que la marihuana aún no ha sido legalizada en todos los estados. Le podría interesar: “Mientras esté vivo hay probabilidad de tener cáncer” Todo esto es desafortunado si se tiene en cuenta que otros expertos, como Cyr, han podido establecer que la marihuana es uno de los pocos compuestos que puede atenuar muchos de los síntomas físicos y psicológicos de los pacientes con cáncer. Según él, los pacientes terminales deben considerar en un momento usarla. Por eso los médicos deben saber todos los efectos potenciales que tiene “y no solo concentrarse en los relacionados con el manejo del dolor y la náusea”, dice el experto a los medios. Según Worster, la evidencia científica de la marihuana en cáncer no es tan robusta como con otros medicamentos, y esa información es limitada precisamente por la historia de la marihuana como una droga prohibida. Cyr coincide con Worster en el sentido de que aún la evidencia no es muy fuerte, “hay apenas algunos estudios randomizados sobre dolor y apetito, pero no suficientes para cumplir con el estándar de medicina basada en evidencia”. Para este experto, cuando se trata de sufrimiento, este debe atender con todas las alternativas posibles Pero ese panorama está cambiando. Un estudio del año pasado encontró que el cannabis medicinal es mejor no usarlo en cierto grupo de pacientes que usan inmunoterapias anti PD-1 y PD-L1 pues podrían disminuir la eficacia de esta medicina. Además de eso, según Cyr, aunque es segura en términos generales si la dosis no es tenida en cuenta, puede inducir síntomas psicóticos en algunos individuos que no tienen esa disposición. El CBD, por el contrario, es bien tolerado aún en dosis altas. Para este experto, cuando se trata de sufrimiento, este debe atender con todas las alternativas posibles que tiene la medicina a su disposición. “Pero la consideración del paciente siempre estará primero”, concluye.