Una enfermedad crónica es un problema de salud a largo plazo que puede no tener cura, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, en su portal web explicó que algunos ejemplos de enfermedades crónicas son:

  • Mal de Alzheimer y demencia.
  • Asma.
  • Cáncer.
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc).
  • Enfermedad de Crohn.
Siempre hay que hablar primero con un experto de la salud. | Foto: Libre de derechos
  • Fibrosis quística.
  • Epilepsia.
  • Enfermedad del corazón.
  • VIH/sida.
  • Trastornos del humor (bipolar, ciclotímico y depresión).
  • Esclerosis múltiple.
  • Mal de Parkinson.

Por ello, la catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa Ortega, en el marco del webinar La nutrición en la prevención de enfermedades, organizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) Nacional, dijo que la dieta mediterránea, que es de las más completas, puede resultar beneficiosa para la salud y en especial para aquellas personas que ya tienen enfermedad crónica.

Así las cosas, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que la dieta mediterránea está basada en:

  • Comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo.
Una alimentación saludable es clave para prevenir enfermedades. | Foto: Getty Images
  • Más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres.
  • Alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra.
  • Aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada.
  • Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.

Adicional, añadió que los alimentos que se comen en cantidades pequeñas o que definitivamente no se consumen en la dieta mediterránea abarcan:

  • Carnes rojas.
  • Dulces y otros postres.
Una dieta saludable y un programa de ejercicios pueden ayudar a mantener el buen estado de salud de una persona. | Foto: Getty Images
  • Huevos.
  • Mantequilla.

Sobre la misma línea, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló un menú ejemplo de tres días de una dieta mediterránea:

“Día 1

Desayuno: 1 vaso de leche descremada + 1 pan integral con aguacate y tomate.

Media mañana: 1 rebanada de papaya + 4 mitades de nueces.

Almuerzo/cena: 1/2 rueda de salmón a la plancha + 2 papas cocidas + 2 cucharadas de guisantes + ensalada de lechuga, tomate y cebolla morada aderezada con 1 cucharada de aceite de oliva + 1 pera.

Media tarde: 1 yogur natural descremado + 1 cucharadita de linaza + 6 almendras + 1 cucharada de avena.

Día 2

Desayuno: Batido de banana y manzana con leche descremada + 2 cucharadas de avena.

Media mañana: 1 huevo cocido + 6 almendras.

Almuerzo/cena: 1 filete de pollo a la plancha condimentado con tomillo y ajo + 3 cucharadas de garbanzos + 1 taza de vegetales cocidos (camote o batata, brócolis, coliflor, zanahoria y espinaca) aderezados con 1 cucharada de aceite de oliva + 1 rebanada de piña.

Media tarde: Una taza de café con leche + 3 tostaditas de arroz con pasta de aceituna.

Día 3

Desayuno: Una taza de té verde + 1 omelette con queso bajo en grasas, tomate, espinaca y orégano

Media mañana: 1 durazno + 4 anacardos.

Almuerzo/cena: Pasta integral con atún en salsa pesto + ensalada de coles salteados con cebolla, ajo y berenjena aderezada con una cucharada de aceite de oliva + 1 naranja.

Media tarde: 1 vaso de jugo de zanahoria, jengibre, limón y manzana + 1 panqueque de avena con crema de cacahuate o maní”.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.