Normalmente, los dolores en el cuello suelen estar relacionado con las posturas inadecuadas, una sobrecarga muscular o una lesión en el nervio. También se puede relacionar con la artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta las principales articulaciones del cuerpo; sin embargo, hay casos excepcionales en los que este síntoma puede ser un problema más grave.
Con lo anterior, cuando una persona presenta este tipo de dolencia junto con la pérdida de fuerza o entumecimiento en los brazos, o se siente un dolor intenso que se extiende al hombre o debajo de brazo, se debe buscar atención médica porque podría iniciar un problema serio como un ataque al corazón.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, más de 80 mil pesos acuden al hospital cada año en el país por ataques del corazón y la tasa de supervivencia es de siete de cada 10, aumentando a nueve de cada 10 para las personas que llegan a tiempo al centro médico. No obstante, la entidad también señala que el 70% de las personas que han sufrido un ataque al corazón sabían que uno de los síntomas de este problema de salud era el solo de pecho, pero menos del 30% conocía que una de las señales era el dolor en el cuello.
Cuando se presenta un ataque cardiaco, con frecuencia se da por la interrupción en la placa, lo cual provoca que las plaquetas sanguíneas y otras sustancias forman un coágulo de sangre en el sitio que bloquea la mayor parte o todo el flujo de sangre oxigenada a una parte de miocardio. Adicional a ello, existen factores de riegos que aumentan la probabilidad de un ataque al corazón, los cuales pueden ocurrir:
- Cuando se está descansando o dormido.
- Después de un aumento súbito en la actividad física.
- Después del estrés emocional o físico súbito e intenso, incluyendo una enfermedad.
- Cuando se tiene niveles altos de la presión arterial, colesterol y triglicéridos.
- Cuando se es propenso a tener un síndrome metabólico.
Entre tanto, Mayo Clinic detalla que los síntomas frecuentes de un ataque cardiaco son:
- Dolor en el pecho que puede sentirse como presión, opresión o dolor.
- Dolor o molestias que se propagan al hombro, brazo, espalda, cuello, mandíbula, dientes o a la parte superior del abdomen.
- Sudor frío.
- Fatiga.
- Acidez estomacal o indigestión.
- Aturdimiento o mareos repentinos.
- Náuseas.
- Falta de aire.
- Ansiedad.
- Desmayos.
- Mareo o vértigo.
¿Cómo prevenir un ataque cardiaco?
Como tal, un ataque cardiaco se puede prevenir con algunas medidas expuestas por Mayo Clinic:
- Mantener un estilo de vida saludable: es importante no fumar, mantener un peso saludable con una dieta saludable para el corazón, hacer ejercicio con regularidad y controlar el estrés.
- Controlar otras afecciones médicas: como tal, algunas afecciones como la presión arterial alta y la diabetes, pueden aumentar el riesgo de sufrir ataques cardíacos. Por ello, se debe consultar a un especialista en salud cómo se debe controlar esta afección.
- Tomar los medicamentos: el especialista en salud puede recetar medicamentos para proteger y mejorar la salud del corazón.
Complicaciones de un ataque cardiaco
Según el portal web Medical News Today cuando se presenta este problema de salud, algunas personas pueden experimentar algunas complicaciones permanentes luego de sufrir un ataque cardíaco. El portal en mención describe algunas de ellas:
- Depresión: este trastorno es común después de un ataque cardíaco, y para mitigar esto puede ser útil interactuar con seres queridos y grupos de apoyo.
- Arritmia: luego de un ataque cardíaco, el corazón queda latiendo irregularmente, ya sea demasiado rápido o demasiado lento.
- Edema: el líquido por lo general se acumula y causa hinchazón en los tobillos y piernas.
- Aneurisma: específicamente, el tejido cicatricial se acumula en la pared del corazón dañada, provocando el adelgazamiento y estiramiento del músculo cardíaco que, finalmente, forma un saco. Esto también puede causar coágulos de sangre.
- Angina: el oxígeno que llega al corazón es insuficiente y esto puede provocar un fuerte dolor de pecho.