En algún momento, todas las personas han padecido algún tipo de dolor de cabeza que suele durar poco tiempo tras el consumo de algún medicamento o sencillamente el reposo. Cuando esta dolencia se prolonga en el tiempo y es persistente, indica que algo no está bien.
Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el tipo de dolor de cabeza más común es la cefalea tensional, la cual es causada por tensión muscular en los hombros, cuello, cuero cabelludo y mandíbula. Normalmente, este tipo de dolor está relacionado con el estrés, la depresión, la ansiedad, un traumatismo craneal o sostener la cabeza y el cuello en una posición anormal.
Entre tanto, en pocas ocasiones, un dolor de cabeza puede ser un signo de afecciones como hipertensión arterial, tumor cerebral, hidrocefalia, apnea del sueño, malformación arteriovenosa (MAV), aneurisma cerebral o accidente cerebrovascular, entre otras.
Para tratar esta dolencia crónica, es importante acudir al médico para diagnosticar la causa y el tratamiento a seguir. Asimismo, la medicina tradicional ofrece múltiples alternativas saludables para eliminar los dolores de cabeza.
De hecho, el portal web Voz Populi indica que la lavanda es una planta que pertenece a la familia de las lamiáceas y se ha convertido en un ingrediente ideal para disminuir no solo el dolor de cabeza, sino para tratar el insomnio.
Como tal, la lavanda es originaria del mediterráneo, de Oriente Medio, pero también se puede encontrar en zonas de Asia, Australia y Estados Unidos. Los expertos detalla que, como principal beneficio, ayuda a controlar los ataques de migraña disminuyendo de manera eficaz los dolores de cabeza. Para ello, la forma más útil de usarla es por medio del aceite diluido sobre la piel, añadiendo a un baño relajante o por medio de un difusor de aceites.
Por otra parte, la lavanda ayuda a conciliar el sueño gracias a sus efectos calmantes y relajantes. El uso de esta planta ayuda a relajar los músculos, lo cual facilita el sueño.
Otros beneficios de la lavanda
Los beneficios de la lavanda van más allá de tratar un dolor de cabeza o controlar el insomnio. El portal web Voz Populi lista algunos beneficios:
- Elimina el mal aliento: esta planta es capaz de acabar la halitosis. Solamente se debe hacer una infusión y utilizarla como enjuague bucal o diluir unas gotas de aceite esencial en agua.
- Cuida la piel: las propiedades antiinflamatorias de la lavanda ayudan a reducir el enrojecimiento de la piel, calma su irritación e incluso mejorar el aspecto de las bolsas de los ojos.
- Calmar el dolor: al ser una planta antiinflamatoria, los alcoholes de la lavanda ayudan a calmar el dolor lumbar, reumático, muscular y podal.
- Mejora la digestión: la lavanda suele estar indicada para los casos de digestiones pesadas y favorece la expulsión de gases intestinales evitando la hinchazón abdominal.
- Controla picadura de insectos: las propiedades calmantes de la lavanda permiten aminorar las molestias ocasionadas por las picaduras. Incluso, un estudio publicado en Indian Journal of Pharmaceutical señala que su aplicación tópica es eficaz para reducir la inflamación y el picor de las picaduras de abejas y otros insectos.
- Ayuda a combatir la ansiedad: varias investigaciones indican la capacidad de la lavanda para sedar y relajar el sistema nervioso central, lo cual ayuda a combatir la ansiedad y el nerviosismo.
- Trata las heridas: durante varios siglos, la lavanda ha sido utilizada para limpiar y curar las heridas y las quemaduras. Asimismo, es una planta ideal para el tratamiento de las infecciones y problemas cutáneos como el acné.
- Alivia los dolores menstruales: un estudio de la compañía Young Living en 2014 indica que “se aplicaron tres gotas de aceite de lavanda en las manos de 96 mujeres que sufrían dolores menstruales. Una hora después de que les empezara a doler, sostuvieron las palmas cerca de la nariz e inhalaron el aroma durante cinco minutos. El estudio encontró que la lavanda aliviaba de manera significativa el dolor menstrual cuando se comparaba con el grupo placebo”.