Para nadie es un secreto que las plantas o hierbas medicinales son una gran ayuda al momento de combatir una afección o enfermedad. Estos elementos de origen natural acumulan múltiples propiedades medicinales que son esenciales para mejorar la salud de cualquier persona.
Incluso, hay una hierba en especial que resaltar entre las demás porque ayuda ‘barrer’ el colesterol malo, baja la presión arterial alta y a su vez, mejora la circulación sanguínea, aspectos fundamentales para tener una buena salud cardiovascular.
Antes de conocerla, es importante abordar cada aspecto mencionado. Por un lado, el colesterol “es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de su cuerpo. Su hígado produce colesterol y también se encuentra en algunos alimentos, como carne y productos lácteos. Su cuerpo necesita algo de colesterol para funcionar bien, pero tener demasiado colesterol en la sangre aumenta el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Por su parte, la presión arterial es la fuerza que tiene la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. Cuando el corazón late, este indicador es más alto. La presión arterial alta o hipertensión suele heredarse, aunque por lo general es el resultado de un estilo de vida poco saludable. Cuando está en valores elevados, deteriora la salud del corazón.
En cuanto a la circulación, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, es el “flujo o movimiento de la sangre por todo el cuerpo. La sangre transporta oxígeno, nutrientes y otras sustancias importantes desde el corazón, a través de los vasos sanguíneos, al resto de las células, tejidos y órganos del cuerpo. También ayuda a eliminar del organismo los desechos, como el dióxido de carbono”.
De acuerdo con lo anterior; si el colesterol en la sangre se encuentra en niveles muy altos, la presión arterial también está elevada y la circulación sanguínea no es la mejor, una persona pone en riesgo su vida, pues por esto se puede presentar un ataque cardíaco.
Por eso, es de vital importancia hacer lo posible por tener los aspectos en cuestión en buenas condiciones. Precisamente, como se mencionó en párrafos anteriores, hay una hierba en particular que ‘barre’ el colesterol, reduce la presión arterial y favorece la circulación sanguínea. Esta es la hoja de olivo.
“Glucósidos y flavonoides confieren a las hojas del olivo (Olea europea) sus reconocidas virtudes vasodilatadoras. Constituyen una de las herramientas más eficaces con que cuenta la medicina natural para tratar la hipertensión y prevenir la aparición de accidentes coronarios. También ayudan a combatir los excesos de colesterol LDL, que se acumulan en las arterias”, así como mejorar la circulación, reseña el portal especializado Cuerpo Mente.
Cabe mencionar que las hojas de olivo se pueden consumir en té o en infusión. Se prepara hirviendo dos litros de agua con tres hojas de olivo. Esta bebida tan poco conocida, no se debe beber caliente, se debe hacer frío.
De igual manera, es necesario destacar que el té de hojas de olivo se debe consumir con moderación, una cantidad exagerada puede representar graves problemas para la salud. Asimismo, es oportuno hacer hincapié en que un especialista en el tema debe autorizar su ingesta de acuerdo con las condiciones de cada persona.
Por último, es de resaltar que para mantener una adecuada salud cardiovascular, una persona, además de llevar una dieta alimenticia saludable, debe realizar actividad física de forma frecuente, como mínimo tres veces por semana.
Recomendaciones para prevenir enfermedades del corazón
Los especialistas plantean una serie de recomendaciones para cuidarse de enfermedades cardiovasculares y son las siguientes.
1. Controlar la presión arterial: La hipertensión es un importante factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Una de las mejores formas de controlar la presión arterial es adoptando hábitos de vida saludables.
2. Mantener bajo control el colesterol y los triglicéridos: Los niveles elevados de colesterol pueden obstruir las arterias y aumentar su riesgo de enfermedad coronaria y ataque al corazón. Cambios en el estilo de vida y medicamentos pueden bajar esta sustancia. Los triglicéridos son otro tipo de grasa en la sangre y si se suben también afectan la salud del corazón.
3. Mantener un peso saludable: Tener sobrepeso u obesidad está asociado a otros factores de riesgo de enfermedad del corazón, incluyendo el colesterol y los triglicéridos altos, presión arterial alta y diabetes.
4. Dieta saludable: Es importante limitar las grasas saturadas, los alimentos ricos en sodio y azúcares agregados e ingerir mucha fruta fresca, verduras y granos enteros.
5. Hacer ejercicio: La actividad física tiene muchos beneficios, fortalece el corazón y mejora la circulación. También ayuda a mantener un peso saludable y bajar el colesterol y la presión arterial.
6. Limitar el alcohol: Beber demasiado alcohol genera el riesgo de aumentar la presión arterial y añadir calorías que derivan en aumento de peso. Ambos incrementan el riesgo de enfermedades del corazón. Los hombres no deben consumir más de dos bebidas alcohólicas al día, y las mujeres, una.
7. No fumar: Fumar cigarrillos eleva la presión arterial y pone a la persona en mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. La recomendación es que si un individuo fuma deje de hacerlo y así disminuirá su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
8. Controlar el estrés: El estrés está vinculado a las enfermedades del corazón de varias maneras. Puede aumentar la presión arterial y ser un “desencadenante” de un ataque al corazón. Además, algunas formas comunes de hacer frente al estrés, como comer en exceso, beber mucho y fumar, son dañinas para este órgano.
9. Controlar la diabetes: Tener diabetes duplica el riesgo de enfermedad cardíaca diabética. Esto se debe a que, con el tiempo, el alto nivel de azúcar en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón y las arterias.
10. Dormir lo suficiente: Si no se duerme bien, se aumenta el riesgo de hipertensión, obesidad y diabetes. Estas tres afecciones aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedades del corazón. La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por noche.