De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “la prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no han llegado a niveles lo suficientemente altos para que se diagnostique diabetes tipo 2.″.
Por su parte, la Organización Mundial para la Salud (OMS), señala que “la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”.
Es entonces que se denomina diabetes tipo 2 cuando las células se resisten a la insulina, una hormona que produce el páncreas que permite que el azúcar ingrese a las células.
Es importante mencionar que este tipo de diabetes (2) no es lo mismo que la prediabetes. Los factores de riesgo de desarrollar prediabetes son: tener más de 45 años de edad, sobrepeso, en el caso de las mujeres, haber tenido diabetes gestacional y tener un diagnóstico de síndrome del ovario poliquístico.
Por lo tanto, para prevenir el desarrollo de prediabetes es fundamental bajar de peso, es decir, evitar el consumo excesivo de azúcar, grasas saturadas y trans; asimismo, tener actividades físicas. Todo con ayuda de un profesional de la salud.
Diabetes tipo 2
La National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) asegura que la diabetes tipo 2 es la más común de esta enfermedad -que como se indicó más adelante- se debe a la resistencia de las células a la insulina.
“En la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa bien. Por lo tanto, se queda demasiada glucosa en la sangre y no llega lo suficiente a las células”, puntualiza NIDDK.
Los síntomas más relevantes de la diabetes tipo 2 son: cansancio, visión borrosa, hormigueo en las manos y/o los pies, micción frecuente, sed, entre otros. Según la organización, para poder controlar esta enfermedad se debe regular tanto el colesterol como la presión arterial.
Muchas son las enfermedades posibles que puede desencadenar la diabetes tipo 2 como: enfermedades del corazón, renales, nefropatías, riñones, problemas dentales y de la vejiga, por ejemplo.
Es entonces que algunos alimentos pueden ayudar a reducir las probabilidades de desarrollar prediabetes, como por ejemplo la cúrcuma.
La cúrcuma y la prediabetes
En un artículo publicado por Mejor con Salud, escrito por el nutricionista, Saúl Sánchez, señala que consumir cúrcuma es efectivo para reducir los síntomas de la prediabetes, gracias a sus componentes, entre ellos, los antioxidantes, mismos que eliminan los radicales libres que deterioran las células del cuerpo.
El estudio “Curcumina y Diabetes Mellitus Tipo 2: Prevención y Tratamiento” presidido por Francesca Pivari y Alessandra Mingione, y otros autores, asegura que la cúrcuma es una planta medicinal que ayuda a controlar la diabetes gracias a la curcumina, una molécula de la cúrcuma que tiene propiedades farmacológicas, compuesta de hepatoprotectores, inmunomoduladores, hipoglucémicos cardioprotectores, nefroprotectores entre otros, retrasando la posibilidad del desarrollo de diabetes.
Por consiguiente, la cúrcuma es una planta que tiene múltiples beneficios, usada tanto en la cocina como en la salud, esto porque puede calmar una fiebre, disminuir el colesterol alto y mitigar los síntomas de un resfriado, por ejemplo.
Así mismo, en un artículo publicado por Tua Saúde, revisado por Tatiana Zanin, asegura que el consumo de este alimento puede ayudar a desintoxicar el cuerpo, combatir los malos procesos de digestión, a fortalecer el sistema inmunológico, y a deshinchar la piel, luego de la aparición de acné. También tiene un efecto sobre la melanina, por lo que puede ser un increíble aclarante.