Las vías urinarias tienen la sagrada obligación de transportar las toxinas o desechos que el organismo va produciendo a través de los procesos naturales y expulsar todo eso en forma de orina, como su nombre lo sugiere. No obstante, esta función puede verse afectada por múltiples factores.
Una de las más frecuentes es la inflamación, la cual se da con mayor facilidad en las mujeres que en los hombres, dadas las diferentes condiciones del tracto en cada género.
“La causa más común de las UTI (por sus siglas en inglés) son las bacterias, si bien los hongos también pueden provocar infecciones en el tracto urinario, aunque es raro. La mayoría de las UTI son provocadas por la bacteria E. coli, que vive en el intestino”, de acuerdo a lo que explica el Eunice Kennedy National Institute of Child Health and Human Development.
Otras posibles causas incluyen la falta de hidratación, retener la orina a propósito, lesiones en la médula, enfermedades previas, diabetes, catéteres o cambios hormonales.
Por otra parte, otra situación que se presenta comúnmente es la inflamación únicamente de la vejiga, la cual se conoce como cistitis. “La mayoría de las veces, la cistitis se produce cuando hay una infección causada por una bacteria, la cual se denomina “infección de las vías urinarias”. Tener una infección de la vejiga puede ser doloroso y molesto. Si la infección se propaga a los riñones, puede convertirse en un problema grave”, según comenta Mayo Clinic.
Para tratar todo lo anterior existen hábitos sencillos como el consumo abundante de agua o mejorar la alimentación. Sin embargo, también hay fármacos químicamente procesados a fin de jugar un papel importante en ello.
No obstante, en el afán de evitar las consecuencias negativas de los productos sintéticos, los médicos de todo el mundo han priorizado el uso de alternativas naturales.
“Los medicamentos derivados de las plantas ocupan un importante lugar tanto en la medicina tradicional como en la moderna. Por esa razón, un esfuerzo especial por conservar la gran diversidad de especies vegetales contribuiría indudablemente, a largo plazo, a mitigar el sufrimiento humano. Para ello es preciso aplicar tecnologías agroindustriales de eficacia probada al cultivo y elaboración de las plantas medicinales y a la fabricación de medicamentos herbarios”, menciona la Organización Mundial de la Salud sobre el asunto.
De esta manera, teniendo todo lo anterior en cuenta, vale la pena mencionar que sí existe una planta con la capacidad de mejorar la situación en las vías urinarias, ayudándolas a mantener un estado regular.
Esta no es una especie muy conocida en Colombia, pero puede encontrarse en los viveros o herbarios especializados y tiene el nombre de Paico.
El nombre científico es Chenopodium chilense Schrad y es descrita como una hierba verde, olorosa, de 50 a 80 centímetros de altura, con tallos rectos y hojas alternas. Posee flores también de color verdoso y agrupadas en espigas. Tiene semillas horizontales y verticales, brillantes.
Se puede encontrar a granel y en paquetes que incluyen la esencia para ser añadida en agua, con el objetivo de tener una infusión instantánea.
Conforme a lo que explica el instituto de Medicamentos Herbarios Tradicionales (MHT), “la infusión de paico estimula las funciones digestivas, es eficaz contra los parásitos intestinales, también es útil en casos de dismenorrea. En veterinaria tiene análogas aplicaciones. En medicina popular se le emplean sólo las hojas de la planta para tratar afecciones gastrointestinales: diarreas, empacho, dolor de estómago, indigestión, estreñimiento, cólicos intestinales; como regularizador de la regla y contra dolores menstruales. El aceite esencial de paico en fuertes dosis es sumamente tóxico, por lo mismo su uso no es aconsejable; de igual manera se recomienda evitar tratamientos prolongados con la infusión de sus hojas”.