El síndrome de la fatiga crónica es un trastorno que se caracteriza principalmente por provocar una fatiga extrema que puede llegar a durar al menos seis meses y puede empeorar con la actividad física o mental; sin embargo, no mejora con el descanso, según indica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Aparte del cansancio extremo que genera la fatiga crónica, se pueden presenta distintos síntomas como dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor en la garganta, problemas de memoria, mareos y sueño no reparador. Por lo general, la fatiga puede ser un síntoma de distintas enfermedades como infecciones o trastorno psicológicos, por lo cual es importante acudir al médico para determinar la causa y el tratamiento.
Adicional a ello, la medicina tradicional ofrece distintos remedios caseros que sirven como coadyuvantes al tratamiento médico. La revista Mejor con Salud, señala que el espino amarillo, es un arbusto espinoso originario de China y algunas partes de Europa, que ayuda a combatir la fatiga. Gracias a su aporte en vitaminas minerales y aminoácidos esenciales, esta planta se emplea como complemento natural para tratar los síntomas de la fatiga. Normalmente, las bayas de este arbusto se utilizan para disminuir el cansancio y la debilidad muscular.
Así mismo, Mejor con Salud afirma que un estudio divulgado a través de Journal of the Science of Food and Agriculture detalló que los extractos acuosos de las hojas de esta planta ayudan a mejorar el estado físico y protegen contra el daño oxidativo causado por el ejercicio exhaustivo.
Del mismo modo, los ácidos grasos esenciales, los flavonoides y las vitaminas del fruto del espino amarillo favorecen la salud cardiaca. Su ingesta se asocia con el aumento de los niveles de lipoproteinas de alta densidad, es decir, colesterol bueno, según indica una investigación publicada en Lipids in Health and Disease. Además de esto, sus frutos son ricos en antioxidantes, los cuales ayudan a inhibir los efectos negativos del estrés oxidativo, que está vinculado a enfermedades crónicas del sistema cardiovascular.
Cabe destacar que el espino amarillo es rico en minerales esenciales como el hierro, magnesio, cobre, zinc, sodio, potasio, fósforo, calcio, nitrógeno y manganeso. De acuerdo con una publicación en la revista Antioxidants, también contiene aminoácidos como la treonina, valina, metionina, leucina, lisina, triptófano, isoleucina, fenilalanina, entre otros; y tiene mucílagos y compuestos fenólicos, como glicósidos, flavonoides y ácidos fenólicos.
Otros beneficios del espino amarillo
- Combate la atrofia vaginal: Este síntoma también se le conoce como sequedad vaginal, el cual es muy habitual en las mujeres cuando llegan a la etapa de la menopausia. Como tal, este síntoma aparece debido a la disminución de los niveles de estrógenos, lo cual dificulta la lubricación natural de la vagina.
- Ayuda a cuidar el cabello: Específicamente, el aceite que se obtiene del espino amarillo contiene a lípidos, aminoácidos y micronutrientes que fortalecen la salud capilar. Otro estudio publicado en la revista Antioxidants indica que es un ingrediente muy utilizado en la cosmética para tratamientos del cabello.
- Protege la piel: Al tener antioxidante, mitiga el impacto negativo de los radicales libres, lo cual previene el envejecimiento prematuro. Así mismo, sus propiedades antiinflamatorias, hidratantes y regeneradoras disminuyen el riesgo de trastornos de la piel.
¿Cómo utilizar el espino amarillo?
Mejor con Salud detalla que, por lo general, los remedios naturales se preparan tanto con sus hojas como con sus frutos. De este modo, los suplementos disponibles suelen estar presentes en forma de cápsulas, jarabes, tés, tinturas, aceites y ungüentos tópicos.