Los riñones son órganos determinantes para el buen funcionamiento del organismo, pues entre sus diversas funciones se encargan de eliminar el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales tales como sodio, calcio, fósforo y potasio en la sangre.

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente. Adicionalmente, los riñones producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, producir glóbulos rojos y mantener los huesos fuertes y saludables.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que dentro de cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamadas nefrones, y que la mayoría de enfermedades renales atacan estas pequeñas partes, lo que hace que estos órganos no puedan eliminar desechos.

Las personas que padecen enfermedades como diabetes o presión alta tienen un mayor riesgo de enfrentar daños en esta parte del cuerpo. Los padecimientos en estos órganos pueden incluir cáncer, quistes, piedras e infecciones.

Para cuidar los riñones una de las recomendaciones de los expertos es llevar una dieta baja en sal y grasas. Foto: Getty images. | Foto: Getty images.

Son diversas las causas que pueden interferir con la salud de los riñones y la función que cumplen. Por ejemplo: la exposición tóxica a los contaminantes ambientales o a ciertos medicamentos; algunas enfermedades graves o crónicas, deshidratación grave o un traumatismo renal, de acuerdo con información del portal Healthline.

Una de las mejores formas de cuidarlos es llevando una alimentación sana, baja en grasas y en sal. Adicionalmente, los expertos recomiendan tomar mucho líquido, reducir el consumo de alimentos procesados, sustituir la proteína animal por la vegetal y eliminar el sodio de la dieta, así como el dulce y el alcohol.

También es posible recurrir a algunos remedios caseros que pueden resultar útiles para limpiarlos. Uno de ellos es la infusión de perejil, una planta a las que se le atribuyen propiedades antisépticas, antioxidantes, depurativas, diuréticas, antiinflamatorias e inmunoprotectoras.

Una publicación del portal Mejor con Salud, escrita por Katherine Flórez, asegura que esta planta contiene compuestos antioxidantes como el betacaroteno, además de vitaminas y minerales como calcio, fósforo, hierro y azufre.

“Su riqueza en nutrientes ayuda a depurar el organismo de las sustancias de desecho y excesos de grasa. Su acumulación genera interrupciones en el funcionamiento de los llamados órganos purificadores”, precisa.

Se dice que las bondades antisépticas están relacionadas con la clorofila que contiene y que su efecto inmunoprotector es producto del betacaroteno, un pigmento perteneciente a los carotenoides que representa una gran fuente de vitamina A.

Sumado a todo lo anterior, el perejil tiene una acción digestiva que disminuye la inflamación, los gases y el dolor que se puede presentar cuando los alimentos no le caen bien al estómago.

La forma más común de aprovechar las propiedades de esta planta es mediante la preparación de una infusión. Para ello, se requiere de seis cucharadas de hojas y un litro de agua.

Lo primero que se debe hacer es lavar el perejil y para que quede muy desinfectado se puede sumergir en un poco de agua con vinagre o con limón. Luego, se corta en pequeñas partes y se introduce en un recipiente con el agua caliente, se deja que se realice la decocción durante unos 10 minutos y luego que repose. Posterior a eso, se cuela y está listo para ser consumido. Si la persona lo prefiere frío, lo puede poner en el refrigerador un par de horas.

Mejor con Salud indica que para sacar provecho de los beneficios de esta bebida se puede consumir un vaso de esta agua en ayunas, esperando mínimo 30 minutos antes de ingerir cualquier otro alimento. Se pueden tomar hasta dos vasos al día y se debe consumir durante dos semanas seguidas; si la persona lo considera necesario, puede hacer la limpieza una vez cada mes.

Aunque se trata de un producto natural, siempre antes de iniciar este tipo de tratamientos lo mejor es consultar al médico y más si hay señales de molestia en los riñones. Adicionalmente, es importante adoptar hábitos de vida saludables.