La llegada del envejecimiento no solo trae consigo la aparición de manchas, líneas de expresión y arrugas, también ocasiona el diagnóstico de determinadas enfermedades y más aún, cuando, a lo largo de la vida, no se ha llevado un estilo de vida saludable.

Este artículo se enfocará en dos de las patologías que más se diagnostican durante la etapa de la vejez. La primera de ellas es la diabetes, se dice que un paciente padece de esta patología cuando sus niveles de azúcar (glucosa) en la sangre se encuentran elevados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga este padecimiento como una enfermedad crónica que si no se maneja con medicamentos y cambios en el estilo de vida, puede detonar otras patologías, que, en algunos casos, pueden llevar a la muerte del paciente, entre ellas, se encuentra: la ceguera, un ataque cardíaco, insuficiencia renal, amputación de miembros y derrames cerebrales.

La mista entidad estima que el número de personas con diabetes alcanzará los 109 millones en el 2040 a nivel mundial, si en los síntomas de salud no se toma el tema con seriedad.

Por otra parte, la Biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, que la glucosa la obtiene el cuerpo a través de los alimentos que se consumen a diario.

“La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce suficiente cantidad de insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre”.

Aunque parecen errores obvios, nunca está de más recordar por qué influyen en el control de los niveles en la sangre. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

La segunda enfermedad que se diagnostica con frecuencia en esta etapa es la presión arterial elevada. Cuando se habla de presión arterial se refiere a la fuerza que se emplea para que la sangre pueda circular de manera adecuada por las arterias y todos los órganos del cuerpo, según explicó Medlineplus.

“Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias. La presión arterial es más alta cuando este órgano late, bombeando la sangre; a esto se le llama presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica”.

El portal de salud, belleza y cuidado personal Mejor con Salud menciona que una planta puede tratar estas afecciones de manera natural, siempre y cuando su consumo se acompañe de una dieta sana y equilibrada y de la práctica de actividad física frecuente. Cabe mencionar, que antes de ingerirla se recomienda consultar con el médico que está tratando dichas afecciones; además, esta no reemplaza los medicamentos formulados por el profesional de la salud.

A la planta que menciona el medio se le conoce como carqueja y se usa de manera frecuente en la medicina naturista para prevenir y tratar diversas afecciones.

“Debido a su contenido de flavonoides, entre los que se destaca la apigenina, la luteolina y la quercetina, la carqueja favorece el control de los niveles de glucosa. Un estudio divulgado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine concluyó que el extracto hidroetanólico de esta planta actúa como protector contra esta afección”.

“Por otro parte, como detalla una publicación en Natural Product Communications , esta planta tiene un efecto vasorrelajante que le confiere esta propiedad antihipertensiva. En general, ingerir su infusión favorece la circulación y disminuye el esfuerzo que hace el corazón al bombear la sangre, por ende regula la presión arterial”.

¿Cómo preparar la infusión de esta planta?

Ingredientes:

  • 1 litro de agua hirviendo.
  • 2 cucharadas soperas de varillas de carqueja (30 gramos)

Preparación

  • Primero, poner a hervir el litro de agua.
  • Una vez llegue a su punto de ebullición, incorporar las varillas de carqueja y dejar que reposen durante 10 minutos.
  • Colar la bebida e ingerir.
  • El medio recomienda beber hasta 3 tazas al día de esta infusión.