La madre naturaleza es sabia y le ha entregado a la humanidad una infinidad de elementos que en sí mismos ayudan no solo al bienestar humano, sino al de todos los seres y especies que habitan el planeta tierra. Se dice que todo lo necesario para subsistir está al alcance de una planta y hay una de ellas que no solo funciona para acompañar las comidas y generar un momento de paz y calma, también puede contribuir a que las personas tengan un estilo de vida más saludable y que pierdan esos kilos extras que sobran.
Se trata de la planta del té, proveniente de las hojas de la planta Camellia sinensis, que, según sus variaciones, puede dar una amplia gama de infusiones cuyas propiedades han sido estudiadas por años y cuyos resultados han sido muy favorables para la salud humana, con repercusiones en la mayoría de sistemas biológicos y con una facilidad de alcance que cada vez es más democrático en todo el mundo.
Pero esta vez se hablará específicamente del té oolong, una variedad relativamente nueva que apenas está tomando más auge y que se encuentra en el medio de los famosos té verde y té negro. Este té comúnmente mencionado como “azul” o “semifermentado” ha sido catalogado como uno de los reyes en la actualidad, no solo porque tiene un sabor muy particular y diferente a los demás, sino porque su contribución al buen funcionamiento del cuerpo ya lo pone en el radar de los amantes a las bebidas alternas hechas a base de café o cacao.
Según estudios realizados, este té tiene propiedades que repercute directamente en el sistema inmunológico del ser humano por sus altos niveles de antioxidantes que puede proveer, tal como lo reseña el portal La Verdad. Se considera que este buen trabajo en las defensas del cuerpo se debe a sus elementos anticancerígenos que también ayudan a que se reduzcan los niveles de colesterol y azúcar en el cuerpo, además de mantener una presión arterial adecuada y es un gran aliado a la hora de ayudar a cuidar el hígado.
Pero, ¿cuáles son esos elementos casi “milagrosos” de este asombroso té? No es nada de lo que no se haya hablado antes, sin embargo, ya son más los estudios que lo refuerzan. El té oolong contiene grandes cantidades de vitaminas y minerales que van desde los polifenoles hasta la L-teanina. Los polifenoles son antioxidantes que trabajan 10 veces más que la vitamina C y 100 veces mejor que la vitamina E.
Por su parte, la L-teanina es un aminoácido que el cuerpo humano no produce y por ende no necesita en su funcionamiento, sin embargo, sí lo beneficia en que este afecta en los niveles de ciertos químicos que sí produce el cerebro como la serotonina, la dopamina o el cortisol, ayudando así a regular los estados de ánimo, las emociones, el sueño e incluso el estrés, siendo este último una de las enfermedades más comunes y preocupantes de la actualidad.
Pero más allá de todas estas bondades que la ciencia ha descubierto en el té, el oolong también actúa con sus antioxidantes para contribuir a la pérdida de peso, pues este tiene una capacidad amplia para inhibir enzimas y sus antioxidantes interactúan de manera efectiva con la microbiota intestinal, lo que hace que el metabolismo sea más efectivo, que haya una sensación de saciedad más prolongada y que todos los órganos del sistema digestivo trabajen de una forma ejemplar para extraer los nutrientes necesarios y desechar lo que no funciona y a veces se queda relegado en el cuerpo.
Cabe aclarar que este té no trabaja de forma aislada, pues su consumo debe estar añadido a una dieta saludable de abundante de proteínas, carbohidratos sanos y muchas verduras, dejando a un lado grasas que aumentan el colesterol, azúcares añadidos que elevan los niveles de glucosa en la sangre y excesos en porciones que no benefician a la salud humana.
Por último, dos o tres pocillos de este té oolong al día son la dosis perfecta para entregarle al cuerpo una bebida que no solo tiene un dulzón tranquilo del té negro y un herbal moderado del té verde, sino que también contribuye a un cuerpo y una mente sana.